Santiago. El presidente chileno, Sebastián Piñera, urgió el martes a los 155 hombres y mujeres ideológicamente diversos electos para redactar la nueva constitución del país que abandonen la "política de las trincheras" para entablar un diálogo abierto y concretar acuerdos.
El presidente de centroderecha dijo en su discurso anual ante el Congreso que convocaría al nuevo organismo "en los próximos días".
Señaló que espera que la convención constitucional respete "rigurosamente los límites y reglas de su mandato" y preserve los derechos, oportunidades y libertades de todos los ciudadanos chilenos.
Agregó que si bien respetaba la autonomía del organismo, como ciudadano quería que se salvaguardaran los derechos sobre el agua y la propiedad -ambos de potencial conflicto en la redacción del nuevo texto- junto con los derechos a la salud, la educación de calidad, vivienda, trabajo, prestaciones sociales y también la vida, incluyendo a quienes están por nacer.
"Un acuerdo sólo será posible si estamos dispuestos a dialogar y escucharnos entre todos y a abandonar la política de las trincheras. Que la historia, esa hermosa historia que juntos estamos construyendo, los recuerde como los forjadores de grandes acuerdos y un mejor futuro para Chile", afirmó.
Más de tres cuartas partes de los votantes decidieron en octubre pasado reemplazar la actual carta magna heredada de la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990) y que se le atribuye el éxito del modelo de libre mercado, pero también impulsó la desigualdad.
La medida ha provocado alarma entre empresas que operan en Chile, que buscan garantías del gobierno de que se respetarán los tratados internacionales y los derechos de propiedad.
La coalición gobernante Chile Vamos de Piñera quería ganar al menos un tercio de los escaños en el organismo que fueron elegidos en otra votación popular el mes pasado para bloquear cualquier propuesta de cambios más radicales.
Sin embargo, tanto a los candidatos de centro derecha como a los de centro izquierda les fue mal en los comicios, con la mayoría de los escaños para candidatos independientes en gran parte de la izquierda, muchos de coaliciones de grupos sociales que surgieron de las protestas que estallaron en 2019.