El subsecretario del Interior de Chile, Juan Francisco Galli, ha trasladado este martes su esperanza de que "ningún partido" presente una acusación constitucional "infundada" contra el presidente, Sebastián Piñera, después de que se haya hecho público que el Partido Republicano evalúa hacerlo una vez que el mandatario deje el cargo.
Según publicó este lunes el diario 'La Tercera, el Partido Republicano --ultraconservador-- está estudiando impulsar este proceso, que busca hacer efectiva la responsabilidad de altos funcionarios públicos, como primera acción una vez que sus diputados asuman el 11 de marzo en la Cámara Baja chilena.
El Partido Republicano ha apuntado a una "dejadez de responsabilidad" del mandatario y su Administración ante la violencia en la macrozona sur y la crisis migratoria del norte del país. "El presidente ha fallado a todos los chilenos", según el diputado electo Mauricio Ojeda. La zona sur del país, donde se concentra la población mapuche, el mayor grupo indígena del país, ha sido escenario de creciente violencia, con enfrentamientos entre fuerzas de seguridad y ciudadanos que sostienen demandas territoriales históricas.
Galli ha censurado que, durante la Administración Piñera, ha podido verse "la utilización" de la "institucionalidad" chilena "con fines exclusivamente políticos", enfatizando que se ha registrado una cifra nunca vista de acusaciones constitucionales contra ministros y contra el propio Piñera, que ya se ha enfrentado a dos. En este sentido, ha indicado que la oposición las ha utilizado como un "instrumento de daño político".
"Espero que ningún partido se preste para la irresponsabilidad de seguir con la mala práctica de acusación totalmente infundada y que tienen un único y exclusivo fin de daño político", ha agregado.
De acuerdo con la Constitución de Chile, se requiere el apoyo de al menos diez diputados y máximo 20 para activar una acusación constitucional. El Partido Republicano logró 14 escaños en la Cámara Baja en las últimas elecciones, por lo que podrían presentarla. Una vez que Piñera deje La Moneda, los diputados tienen un plazo de seis meses para impulsar un escrito de acusación.
De todos modos, en el partido reconocen que es difícil que el eventual proceso prospere, sobre todo porque en el Senado --que en estos casos actúa como jurado-- sólo cuenta con un escaño. Es poco probable que partidos de izquierda y centro-izquierda chilenos se sumen a la iniciativa del Partido Republicano, por su ideología ultraderechista.