Santiago.- El expresidente Ricardo Lagos Escobar, de visita en España en momentos en que se generó el estallido social chileno, negó que haya privatizado empresas en su mandato y consultado sobre el origen de la crisis comentó que “la protesta es normal, por lo que ha ocurrido” y que “hay razón para salir a las calles”.

“Teníamos un 40% de pobres y ha bajado a un 10% en las últimas tres décadas. Ese 30% tiene nuevas demandas. La primera, no volver a ser pobre, pero la segunda es la necesidad de que el Estado provea más bienes públicos de los que proveía antes. Bienes gratuitos que permitan tener una mejor educación, una mejor salud, una mejor vejez”, expresó en entrevista concedida al diario El País.

El exmandatario explicó las razones económicas detrás del descontento social y esa sensación del “yo esperaba más”.

Baja carga tributaria. “La carga tributaria se ha mantenido prácticamente igual: en torno al 18% y 20% respecto al producto nacional bruto, una cifra magra. Los amigos europeos están todos alrededor del 35% y 40%. Estados Unidos, cerca del 30%. Esa carga tributaria no permite generar una mejora en la igualdad de los ingresos, a diferencia de lo que ocurre en el resto del mundo”, remarcó.

Y puso un ejemplo. “Felipe González, en España, asumió en 1982 con una presión tributaria del 22%. En 1996, después de 14 años, había crecido al 36%. Un punto por año”.

Aseguró que intentó realizar los cambios en ese sentido, pero explicó que “no tenía mayoría en el Congreso. La derecha me vetó todo. Tuvimos una transición muy difícil a la democracia”.

Niveles de destrucción estos días. En cuanto a dicha transición, recordó que Augusto Pinochet “tenía el poder político, militar e institucional de la dictadura. Fue una imposición y nosotros solo teníamos el poder moral de haber ganado el plebiscito en 1988”.

“Cada generación tiene su propia épica y la nuestra fue restablecer la democracia frente a una dictadura. Y lo logramos. Alguien podrá discutir la forma en que se logró. Pero la forma en que se logró fue más pacífica que lo que hemos visto esta semana en Chile. Ni el tránsito de la dictadura a la democracia vio los niveles de destrucción que hemos visto en estos días. Y era una dictadura implacable, con un toque de queda donde primero disparaban y después preguntaban”, señaló.

“Yo no privaticé empresas”. Sobre las críticas de parte de la ciudadanía, que reclama que la centroizquierda haya administrado un modelo económico “heredado de la dictadura”, dijo que eso no fue así “en lo absoluto” y negó haber privatizado todo.

“Yo no privaticé nunca una empresa. Lo que sí tuve que hacer es dar concesiones para obras públicas, pero la obra pública es del Estado. Porque hicimos las carreteras que hicimos, hoy día el Estado de Chile es US$25.000 millones más rico que hace 30 años. Con niveles de impuestos como los de Alemania, las carreteras claro que pueden funcionar sin cobrar peaje. Pero el peaje que me evitó pagar por la construcción de esa carretera, me permitió como presidente invertir en agua potable rural, en escuelas públicas”, afirmó.

Lagos se mostró triste sobre daños sufridos en el Metro. “(Sentí) mucha tristeza. Me acordé del orgullo que sentían los pobladores de zonas modestas de Santiago cuando se abría una nueva estación en su barrio”.

Convocar a la ciudadanía para salir de la crisis. El expresidente también tuvo tiempo para entregar su consejo para encontrar una salida a esta crisis.

“El Gobierno debería buscar espacios para escuchar mejor a la gente. Podría convocar un núcleo de 30 o 40 chilenos de los más distintos sectores: de las universidades, premios nacionales de ciencias o artes, el mundo vivo de las organizaciones sociales, juntas de vecinos, que refleje los diferentes segmentos y que tengan comunicación directa con la sociedad. La ciudadanía no le basta con votar cada cuatro años y busca mecanismos de participación de mayor horizontalidad. Debería funcionar como un grupo auxiliar de las instituciones como el presidente, el Parlamento y el Poder Judicial. Las protestas dan cuenta de una insatisfacción con el tipo de sociedad que se conforma en Chile. Por lo tanto, se trata de identificar los principios generales ordenadores que pongan en el centro de sus preocupaciones al ser humano y su dignidad. Chile necesita un nuevo contrato social”, expresó Lagos.

Y añadió: “Junto con un cambio de Gabinete, porque en un sistema presidencial significa una nueva esperanza”.

Marginarse fue un error del PS. Ricardo Lagos critcó la ausencia de su partido, el Socialista, de la convocatoria a La Moneda efectuado por el presidente Piñera a la clase política. “Es un error. No concibo que, ante una situación de la gravedad que hay en Chile, un partido, por muy opositor que sea, se niegue a dialogar”, dijo.

“No es el momento de negarle la sal y al agua al adversario político. Nunca es ese momento”, puntualizó.