Brasilia. El Gobierno de transición del presidente electo de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, ya no contará con la participación de su exministro de Hacienda y cercano colaborador Guido Mantega, que pidió su destitución el jueves.

Según el jefe de prensa del equipo de transición, Mantega envió una carta al vicepresidente electo, Geraldo Alckmin, quien le dio las gracias. La solicitud de destitución fue publicada anteriormente por el diario Folha de S. Paulo.

Exministro de Hacienda de Lula y sucesor del izquierdista Partido de los Trabajadores (PT) entre 2006 y 2014, Mantega fue anunciado hace una semana como miembro del grupo de planificación presupuestaria, lo que desató las quejas del mercado por su apoyo a una mayor injerencia del Estado en la economía.

El Tribunal de Cuentas (TCU) inhabilitó a Mantega para ocupar un cargo en la administración pública debido a su participación en el aplazamiento de los pagos del Gobierno federal para mejorar artificialmente las cuentas públicas, lo que desembocó en la destitución de la expresidenta Dilma Rousseff.

El Tribunal de Cuentas inhabilitó a Mantega para ocupar un cargo en la administración pública debido a su participación en el aplazamiento de los pagos del Gobierno federal para mejorar artificialmente las cuentas públicas, lo que desembocó en la destitución de la expresidenta Dilma Rousseff.

Por ello, su participación en el grupo de transición fue voluntaria y no remunerada.

Según una fuente del equipo de transición, Mantega había indicado que pediría abandonar el grupo debido a lo que consideraba un intento de judicializar su participación voluntaria.

Con la bendición de Lula, Mantega envió recientemente una carta a la secretaria del Tesoro de Estados Unidos, Janet Yellen, y habló con representantes de países latinoamericanos para pedir el aplazamiento de la elección del 20 de noviembre de la dirección del Banco Interamericano de Desarrollo (BID)

El presidente saliente, el derechista Jair Bolsonaro, había propuesto al exjefe del banco central, Ilan Goldfajn, como candidato a dirigir el BID. Mantega argumentó que era necesario construir una candidatura que representara la unión de la región y que la nominación de Brasil debía reflejar su nuevo Gobierno electo.