El resultado del estudio Asuntos Mundiales, desarrollado por Ipsos en 28 países en agosto pasado y liberado esta semana a la opinión pública, entrega nueva evidencia de las fuertes tensiones que enfrentan las democracias en América Latina en el último tiempo.
La investigación consulta a más de 18 mil personas por distintos aspectos respecto de la toma de decisiones políticas en sus países y entrega nítidos antecedentes para comprender la ola de estallidos sociales que se han visto en el continente en los últimos meses.
Por ejemplo, solo un 15% de chilenos encuestados estuvo de acuerdo en que el sistema político del país “hace un buen trabajo al representar las opiniones e intereses de sus ciudadanos”. En Colombia ese número sube a 17%, Argentina 20% y Perú con 23%. El promedio de acuerdo a nivel global con esa afirmación es de 27%.
Frente a la afirmación “El sistema político en mi país ha sido capturado por una élite corrupta, obsoleta e irreformable”, el 73% de chilenos está de acuerdo. En Colombia esa cifra llega a 86%, en Perú al 82% y en Argentina es 70%.
En los mismos países, la expectativa de que los hijos de los encuestados vivan en una democracia mejor a la de hoy supera el 90% de acuerdo en el siguiente orden: Argentina, México y Colombia, 91%; Chile y Perú con 90% y Brasil con un 78% acaparando las primeras posiciones de esa tabla a nivel mundial. Los países europeos parecen mucho más satisfechos con sus democracias.
¿Dónde ven una oportunidad las personas encuestadas? En la tecnología. El 52% de los chilenos cree que la revolución en la tecnología digital transformará la democracia en el país en algo mejor. En Perú es 64%, México 57%, Colombia 54% y Brasil, 52%.
Los ciudadanos también consideran que la tecnología digital permite una democracia directa y que se debiera reducir el poder de los funcionarios electos para poder tener una opinión más directa de cómo se gobierna. El 67% de los encuestados en Chile estuvo de acuerdo con esa afirmación; en Colombia un 75% está de acuerdo, Perú 69%, México 68%, Brasil 62% y Argentina, 59%.
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