El Senado chileno revisaba el martes los argumentos del juicio político contra el presidente Sebastián Piñera por eventuales irregularidades en la compraventa de una minera reveladas por los denominados Pandora Papers, aunque la oposición no contaría con los votos necesarios para destituir al mandatario.
La votación de la denominada Acusación Constitucional contra Piñera, que debe terminar su mandato en marzo del próximo año, tiene lugar a cinco días de las elecciones presidenciales.
La acusación ya fue aprobada la semana pasada por los diputados, que la mañana del martes cumplían con el paso de dar cuenta del proceso ante el Senado, que se transforma en un tribunal y votará a favor o en contra.
Para ser aprobada, la acusación requiere una alta mayoría de dos tercios de los votos sobre un total de 43 senadores -esto es 29 votos- pero la oposición de centroizquierda que la impulsa tiene sólo 24 legisladores en la Cámara Alta.
En caso de prosperar la acusación, el multimillonario gobernante sería destituido y quedaría inhabilitado por cinco años para ejercer cargos públicos.
Se espera que la votación final tenga lugar cerca de la medianoche o incluso en la madrugada del miércoles, después de las intervenciones de diputados acusadores, defensa del mandatario y, por la tarde, la exposición de los senadores por hasta 15 minutos cada uno.
La acusación fue presentada originalmente a mediados de octubre tras la controversia desatada por la divulgación de los Pandora Papers, que aluden a una cláusula en la venta en 2010 de la Minera Dominga -un proyecto en que participaba la familia del presidente- que condicionaba un pago a que no hubiera cambios regulatorios que pudieran afectar su desarrollo.
Piñera, que insiste en que el caso ya fue estudiado y sobreseído por la justicia, estaba entonces en su primer gobierno. El presidente ha señalado que la acusación obedece a intereses electorales y confía en que será rechazada.