Santiago. El Congreso chileno dio este jueves luz verde al proceso para cambiar la Constitución al aprobar una reforma legislativa para convocar a un plebiscito en abril de 2020, aunque rechazó el pedido opositor sobre cuotas de participación para mujeres, indígenas e independientes.
La demanda por una nueva Carta Magna cobró fuerza en medio de la ola de protestas que estalló en Chile hace dos meses, y a mediados de noviembre un amplio grupo de partidos políticos acordó los pasos para el proceso, que no estaba contemplado en la ley.
"Aquí se hace realidad el acuerdo", dijo la senadora demócratacristiana Carolina Goic, aunque subrayó que "se perdió una oportunidad" de incorporar la paridad de género.
La actual Constitución, promulgada durante la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990), no precisa cuál es el mecanismo para escribir un texto que la reemplace ni especifica quién elaboraría el nuevo cuerpo, por lo que era necesario realizar una reforma constitucional.
El plebiscito de abril consultará a los ciudadanos si aprueban o rechazan que se escriba una nueva Constitución y qué tipo de órgano debería hacerlo, si una convención mixta de parlamentarios en ejercicio y miembros elegidos para ese fin o una asamblea formada solo por integrantes electos para eso.
Políticos opositores habían incorporado tres indicaciones esta semana a ese proyecto original, que planteaba que el órgano constituyente debería ser paritario entre hombres y mujeres, tener escaños reservados para pueblos indígenas y fomentar la participación de ciudadanos independientes no vinculados a partidos políticos.
La oposición dijo que insistirá en la aprobación de las cuotas a través de otro mecanismo legal.