Santiago. Las autoridades chilenas evitarían restringir libertades de movimiento y reunión ante la eventual llegada al país del nuevo coronavirus, en momentos en que se prevé un nuevo auge en las protestas que han sacudido el país en los últimos meses, dijo este viernes el ministro de Salud, Jaime Mañalich.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) advirtió este viernes que la propagación del coronavirus podría extenderse a nivel mundial, mientras que cinco países informaron de sus primeros casos.
Aunque algunos países que registran casos del virus han prohibido concentraciones públicas -como partidos de fútbol- para prevenir su propagación, el estallido social que se inició en octubre del 2019 podría generar matices en el país sudamericano.
"Que nosotros digamos en marzo que están prohibidas las concentraciones, es una cosa que es absurda", comentó Mañalich a periodistas.
"Recurrir a medidas extremas que limiten la libertad de movimiento y de expresión de las personas es una cuestión que tenemos que dejar como último recurso", agregó.
Las protestas detonadas a mediados de octubre por un alza en el transporte han dejado al menos 31 muertos, miles de detenidos y cuantiosos daños materiales, mientras crece la incertidumbre sobre si el ambiente empeorará en marzo, cuando los chilenos retornen definitivamente de las vacaciones del verano austral.
Al inicio de las manifestaciones, el gobierno fue duramente criticado por decretar un estado de excepción que restringió las libertades personales.
Las esperanzas de que la epidemia generada a fines del año pasado en China pase en pocos meses y la actividad económica global vuelva rápidamente a la normalidad se vieron golpeadas esta semana ante el aumento de casos a nivel internacional y la aparición de infectados en Brasil y México.