Sydney. Una alianza de US$80.000 millones en el operador de materias primas Glencore y la minera Xstrata podría producir una nueva ronda de adquisiciones en mineral de hierro, creando a un gigante que se abriría paso en uno de los sectores mineros más ricos y más cerrados.
Glencore y Xstrata, que todavía tienen que llegar a acuerdo, se convertirían al unirse en el mayor exportador de carbón térmico del mundo, el mayor productor mundial de zinc y la tercera minera mundial de cobre, pero seguirían siendo casi inexistentes en el mineral de hierro.
Los intentos de Xstrata por ingresar a esa zona se manifestaron el 2009 con su interés de adquirir a AngloAmerican.
Pero ha sido contrariado por la escasez de nuevos hallazgos y por el oligopolio virtual entre los gigantes mineros Vale, Rio Tinto y BHP Billiton.
El mineral de hierro se vende a alrededor de US$140 la tonelada a China y sólo cuesta entre US$20 y US$30 por tonelada su extracción.
Australia suministra la mitad de las importaciones de mineral de hierro de China, con BHP Billiton, Rio Tinto y Fortescue Metals Group como los principales proveedores.
La fusión en acciones que Xstrata está considerando con Glencore dejaría a la entidad con un empuje suficiente, incluyendo posibles adquisiciones en competencia contra grandes mineras como Vale, Rio y BHP.
Por su parte, el negocio de comercialización de mineral de hierro de Glencore ha crecido desde que lo lanzó, el 2008 y captado una creciente participación de mercado.
El acuerdo entre Glencore y Xstrata, valorizado en US$80.000 millones sería el mayor del sector minero desde que Rio Tinto compró a Alcan el 2007.
Las siderúrgicas ciertamente le darían la bienvenida a un nuevo participante que pudiera competir contra Vale, BHP Billiton y Rio Tinto porque sienten que estas tienen mucho poder sobre la fijación de los precios.
Para convertirse en participantes significativos en el mercado del mineral de hierro, Xstrata y Glencore tendrían que actuar rápidamente, porque los principales competidores también están expandiendo su actividad.
"Deberían depender de una combinación de adquisiciones y de desarrollo de nuevos proyectos", dijo el analista Kaye Ayub, de Meps.