El Grupo Aeroméxico tuvo este jueves la peor caída de su historia en la Bolsa Mexicana de Valores (BMV), borrando de tajo 1.316 millones de pesos (US$ 62,7 millones) en su valor de mercado.
La tendencia se mantuvo este viernes con una caída de 18% lo que obligó a la BMV a suspender la cotización de las acciones de Aeroméxico. Los títulos fueron detenidos cuando cotizaban en 1,44 pesos, a las 8:41 hora local (1441 GMT), para realizar una subasta de volatilidad.
El desplome de las acciones se produce tras informar que una sociedad no relacionada llevará a cabo una Oferta Pública de Adquisición voluntaria en la que anticipó pagar 1 centavo de peso por cada acción objeto de la operación y una importante dilución para sus accionistas actuales, una vez que se ejecute su plan de reestructuración.
Ante la noticia, los títulos de la aerolínea cayeron 52,30%, finalizando la sesión a 1,76 pesos por unidad (US$ 0,083), desde los 3,69 pesos (US$ 0,176) del miércoles. Sin embargo, a lo largo de la jornada sus títulos llegaron a perder hasta 75,60%, a 0,90 pesos (US$ 0,042).
Con esta caída bursátil, Aeroméxico se suma al grupo de aerolíneas que han visto desplomarse su valor de mercado en medio del proceso de reestructuración.
"De llevarse a cabo la OPA prácticamente Aeroméxico se deslistaría de Bolsa porque la participación accionaria quedaría en manos de capital privado, pero que ya tiene nombre, y que no tiene la intención de estar en el 'float' de la compañía que quedaría en 0,01%", explicó Brian Rodríguez.
Hace dos semanas las acciones del Grupo Latam -la mayor compañía aérea de la región- se hundieron hasta 85% en la Bolsa de Santiago en lo que fue la mayor pérdida registrada por la compañía desde marzo de 2003. La caída se produjo luego de presentar su plan de salida del Capítulo 11 en el que diluyó a los actuales accionistas en un 99,9%.
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En un comunicado, disponible en el centro bursátil, Aeroméxico detalló que mediante la OPA buscará comprar 331 millones de acciones, que equivalen al 49% de su capital social en circulación y ofrecerá como pago un centavo de peso por cada uno de los papeles.
"Dichas acciones en su conjunto representarán, al concluir la oferta y una vez que surta efectos el plan, menos del 0,01% del total de las futuras acciones representativas del capital social de la compañía, dada la dilución por capitalización de pasivos, nuevas aportaciones de capital social y eventual suscripción por otros accionistas e inversionistas", aclaró la empresa.
En su comunicado subrayó que los actuales accionistas se diluirán casi por completo y las expectativas respecto a sus posiciones podrán ser cercanas a cero.
También se destacó que la aerolínea estadounidense Delta Airlines, su actual socio mayoritario con 51,35% de la tenencia accionaria, no participará en la oferta pública.
La línea aérea mexicana indicó que estas medidas son conducentes a la conclusión del proceso voluntario de reestructuración de la compañía bajo el Capítulo 11 de la Ley de Quiebras de Estados Unidos.
"Es para dar a los actuales accionistas una opción de salida del capital social, previo a la capitalización de sus pasivos y a las nuevas aportaciones al capital social, con lo que anticipa una sustancial dilución de las acciones actuales", reiteró.
Brian Rodríguez, analista en Monex Casa de Bolsa, opinó que el pago por las acciones de Aeroméxico que se estaría proponiendo con la OPA "esta muy castigado", sin embargo, refleja el valor de la compañía.
"De llevarse a cabo la OPA prácticamente Aeroméxico se deslistaría de Bolsa porque la participación accionaria quedaría en manos de capital privado, pero que ya tiene nombre, y que no tiene la intención de estar en el 'float' de la compañía que quedaría en 0,01%, lo que ya no sería representativo", explicó Brian Rodríguez.
El especialista consideró que la valuación que están haciendo los nuevos inversionistas deja ver que es "prácticamente nulo", al final, pagarán la deuda a cambio del control de la compañía.
El socio fundador del despacho Koalsulting, Rodrigo Pérez-Alonso, explicó que la baja en el flujo de pasajeros, sobre todo internacionales, que tiene Aeroméxico por la pandemia del Covid-19 ha complicado su modelo de negocio y su recuperación.
Además, la baja oferta que se hizo en la OPA mandó el mensaje de que la empresa tiene poco valor por el momento que vive.
Pasa por reestructuración
La línea aérea mexicana dirigida por Andrés Conesa inició en junio de 2020 un proceso voluntario de reestructura financiera bajo el Capítulo 11 de la Ley de Quiebras de Estados Unidos, con el objetivo de mantener la viabilidad de su negocio, fortalecer su situación financiera y liquidez.
Ello después de las fuertes afectaciones que sufrió en sus operaciones y tráfico de pasajeros ante las restricciones de movilidad impuestas para evitar la propagación de la pandemia de coronavirus.
Fue en octubre pasado cuando Aeroméxico presentó al Tribunal de Quiebras del Distrito Sur de Nueva York el plan de reestructura, junto con la declaración de divulgación relacionada con el plan y la moción, la cual le fue aceptada este 10 de diciembre.
Con ello, la empresa confía en salir lo antes posible del proceso de reestructura bajo el Capítulo 11. Mientras continúa operando y reportando una flota operativa de 122 aviones.
Aeroméxico informó que bajo estos procedimientos obtendrá, directa e indirectamente, aproximadamente, US$ 720 millones de nuevo capital y US$ 762,5 millones de nueva deuda.
La aerolínea explicó que cuando acabe el proceso de protección de quiebra, la tenencia accionaria quedaría en manos de nuevos accionistas mexicanos en 4,10%, entre ellos los empresarios Eduardo Tricio Haro, Valentín Diez Morodo, Antonio Cosío Pando y Jorge Esteve Recolons. Delta Airlines se quedará con un 20,0% y Apollo Global Management ostentará un 22,38%.
El restante 53,52% lo tendrán los nuevos inversionistas y acreedores que capitalicen sus créditos reconocidos en acciones representativas del futuro capital social de Aeroméxico.