El Senado de Chile ha iniciado este miércoles la discusión para aprobar la cuarta retirada anticipada de los fondos de pensiones, una medida que ha dividido a los diputados y que, por el momento, no contaría con los apoyos necesarios.
La semana pasada la Cámara de Diputados dio luz verde al proyecto con una amplía mayoría de 94 votos a favor y 39 en contra, con diputados oficialistas votando a favor de una medida a la que el Gobierno se ha puesto públicamente bajo el pretexto que fomentará la inflación en el país.
El oficialismo se ha venido oponiendo a las retiradas anticipadas aprobadas en el país hasta el momento, presentando incluso una solicitud ante el Tribunal Constitucional para que frenara el tercer retiro. En esta ocasión, confía en que la división en la cámara alta se suficiente para que no se apruebe la iniciativa.
De hecho, la presidenta del Senado, Ximena Rincón, ya ha mostrado sus reticencias respecto al proyecto, recoge la emisora local Radio Bío Bío, aunque ha indicado que el trabajo del pleno será ahora tratar de mejorar la iniciativa, ya que todavía no cuenta con los votos necesarios.
"Existe una distancia entre la voluntad ciudadana expresada en la calle y los votos para ser aprobado en el Senado, por lo tanto, es necesario buscar ese equilibrio que permita avanzar en un proyecto que mejore las condiciones para lograr los votos que permitan que este cuerpo legal se apruebe", ha indicado Rincón.
El ministro de Hacienda, Rodrigo Cerda, ha subrayado que esta iniciativa tendrá "efectos adversos" en la economía, mientras que ha indicado que si los retiros siguen avanzando Chile corre el riesgo de experimentar inflación.
Una primera medida de este cariz fue aprobada en julio del año pasado, tras una iniciativa de la oposición por la que votaron a favor algunos miembros de la coalición del Gobierno, lo que generó malestar en la Administración. En diciembre, fue aprobado el proyecto de ley del segundo retiro y en abril, el tercero.