El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro sancionó este martes una ley que allana el camino para la privatización de Eletrobras, la mayor empresa eléctrica de América Latina, además de establecer la contratación obligatoria de centrales térmicas con gas natural y otras fuentes.
Hubo 14 vetos, entre ellos un artículo que determinaba que el Poder Ejecutivo debía aprovecharse de los empleados de Eletrobras y sus filiales que fueron despedidos sin justa causa durante los 12 meses posteriores a la privatización.
Bolsonaro también vetó un artículo que definía que el directorio del Organizador Nacional del Sistema Eléctrico (ONS) debía ser aprobado por el Senado Federal.
La nueva ley permitirá que la privatización se produzca mediante un aumento del capital social, con renuncia al derecho de suscripción de acciones por parte del Gobierno Federal, que diluirá así su participación del 61% en la empresa hasta un 45%.
Según cálculos provisionales, la privatización de Eletrobras podría rendirle al Estado brasileño unos US$ 12.000 millones.
El ministerio prevé la finalización de la operación en enero de 2022. Hasta entonces, se deben realizar las definiciones de supuestos fundamentales para la modelización de la privatización por parte del Consejo Nacional de Política Energética (CNPE).