Ciudad de México. El conglomerado mexicano Grupo Carso, propiedad de Carlos Slim, redujo su beneficio neto atribuido en un 41,9% durante el primer semestre con respecto al mismo periodo del año anterior, con una cifra de 2.064 millones de pesos mexicanos (US$92.4 millones), por el efecto Covid.

La compañía ha explicado que su principal filial, Grupo Sanborns, cerró de manera temporal al público un total de 96 tiendas y 22 cafeterías, mientras que el resto de establecimientos continuaron cumpliendo las medidas sanitarias.

Las ventas de Grupo Carso disminuyeron un 17,6% durante los seis primeros meses, con un total de 38.795 millones de pesos (US$1.737 millones); mientras que el beneficio operativo registró una caída del 51,2%, con 2.492 millones de pesos (US$111 millones).

El resultado bruto de explotación (Ebitda) de la empresa se contrajo en un 36,7%, con una cifra de 4.211 millones de pesos (US$188 milloness).

La compañía ha explicado que su principal filial, Grupo Sanborns, cerró de manera temporal al público un total de 96 tiendas y 22 cafeterías, mientras que el resto de establecimientos continuaron cumpliendo las medidas sanitarias.

Por su parte, las ventas de Grupo Sanborns cayeron un 34,5%, con una cifra de 15.402 millones de pesos (US$689 millones), lo que arrastró a la filial a unas pérdidas netas atribuidas de 716 millones de pesos (US$32 millones) y unos costes operativos de 518 millones de pesos (US$23 millones).

El pasado 30 de abril, el Fondo Nacional de Fomento al Turismo (Fonatur) adjudicó un contrato para el suministro de materiales y construcción de plataforma y vía del proyecto Tren Maya a la constructora del grupo, Carso Infraestructura y Construcción, en conjunto con la española FCC, con un 50% de participación para cada una, respectivamente.

El contrato corresponde al tramo 2 que une Escárcega con Calkiní, y consta por una cantidad de 18.553 millones de pesos (US$831 millones) que incluye 1.676 millones de pesos (US$75 millones) por cinco años de mantenimiento.

La empresa explica que desde el inicio de la emergencia sanitaria implementó diferentes medidas operativas, como mantener su plantilla laboral en los meses de abril a julio y excluyendo los contratos eventuales.

Asimismo, el conglomerado de Slim decidió no programar el pago de dividendos para este año "con base en la situación prevaleciente en los mercados".