El presidente de Chile, Sebastián Piñera, ha aclarado que la intención del Gobierno es "combatir el coronavirus y tener un plebiscito ejemplar", en alusión a la consulta popular prevista para el 26 de abril para que los chilenos decidan si redactan una nueva Constitución y cómo lo hacen.

"El compromiso del gobierno es combatir el coronavirus y tener un plebiscito ejemplar", dijo el jueves por la noche en una entrevista concedida a Meganoticias Prime, interrogado sobre si la pandemia permitirá seguir adelante con la celebración del referéndum.

En Chile solo hay 23 casos confirmados, si bien el ministro de Salud, Jaime Mañalich, ha avisado por Twitter de que en la fase actual lo previsible es que el número de casos se duplique cada cuatro días, por lo que ha augurado que hacia el lunes ya habrá 60.

La nación suramericana ha empezado a adoptar algunas medidas que por ahora no incluyen la suspensión de las conexiones aéreas y de las clases, aunque Piñera ha aclarado que "si es necesario" se hará.

Las protestas contra el Gobierno de Piñera comenzaron en octubre por una subida del precio del metro pero crecieron rápidamente para denunciar la desigualdad social y reclamar un proceso constituyente.

Por otro lado, se ha referido a los llamamientos de la oposición a que dimita por la gestión de la ola de protestas que comenzó en octubre y que aún colea, que en los últimos días se ha materializado en una petición de información por parte de la Federación Regionalista Verde Social (FREVS) sobre cómo iniciar el proceso en el Congreso para inhabilitarle.

"Mi obligación es seguir siendo presidente", ha declarado, subrayando asimismo que "en el plano personal" no tiene "impedimento físico ni mental". "Estoy perfectamente capacitado", ha defendido.

Piñera ha reconocido que su popularidad es muy baja -lleva meses en mínimos históricos-, pero ha recordado que las del Congreso y los partidos políticos también lo son, por lo que ha instado a la oposición a actuar con "responsabilidad y compromiso". "Hay que defender la democracia", ha indicado.

Además, ha aprovechado para recalcar que "Chile no estaba preparado para este tipo de ataques o desafíos de orden público", así como para reiterar que está dispuesto a "hacer todo lo que la ley permite para restablecer el orden público", eso sí, rechazando "todos los excesos o uso abusivo de la fuerza".

Las protestas contra el Gobierno de Piñera comenzaron en octubre por una subida del precio del metro pero crecieron rápidamente para denunciar la desigualdad social y reclamar un proceso constituyente.

Más de 20 personas murieron por la represión de las manifestaciones. El Instituto Nacional de Derecho Humanos (INDH) culpa directamente de cinco muertes a la actuación de Carabineros.