A dos meses del estallido, la Sala de la Cámara de Diputados tiene este martes la tarea de despachar al Senado el proyecto de ley que reforma el Capítulo XV de la Constitución Política de la República.
En esencia, la reforma constitucional es consecuencia del “acuerdo por la paz” firmado transversalmente por todos los partidos -a excepción del PC y FRVS- hace 33 días, con la finalidad de abrir paso al plebiscito y proceso constituyente.
La Sala discutirá y votará -a partir de las 09:30 y hasta su total despacho- la iniciativa legal que necesita dos tercios de votos a favor para ser aprobada.
Pese a que la reforma en general tendría asegurado el quorum parlamentario, se anticipa un acalorado debate de las indicaciones que presentó la oposición para asegurar paridad de género en la Convención Constituyente, además de escaños reservados para representantes de pueblos originarios y delegados independientes.
Paridad de género y escaños reservados. Pese a que la reforma en general tendría asegurado el quorum parlamentario, se anticipa un acalorado debate de las indicaciones que presentó la oposición para asegurar paridad de género en la Convención Constituyente, además de escaños reservados para representantes de pueblos originarios y delegados independientes.
Tras una maratónica jornada, la madrugada del 15 de noviembre -28 días después del estallido- los partidos acordaron, entre otras cosas, la conformación de una comisión técnica que definió los cimientos y materializó el pacto.
Se esperaba que aquella instancia definiera qué ocurriría con los escaños reservados, no obstante el oficialismo presionó para postergar la discusión en el Congreso.
Ahora, desde los partidos de Chile Vamos han pedido a sus parlamentarios no apoyar las indicaciones para cupos reservados, dejando en vilo incluso la aprobación de la reforma.
Este lunes, en tanto, ya aprobó la reforma, dejando ahora en manos de la Sala el futuro del proceso constituyente.
Desde el oficialismo esperan que los escaños reservados se discutan en un proyecto aparte, lo que no aseguraría su tramitación en los tiempos necesarios para ser parte del proceso.