Sao Paulo. El estado brasileño de Minas Gerais canceló la licencia de Vale SA para operar una represa en una de sus mayores minas, dijo este miércoles la compañía, luego del colapso de un relave que habría dejado un total estimado de 300 personas muertas en la región.

Vale ha enfrentado una intensa presión pública desde el colapso de la represa el 25 de enero. Algunos políticos y fiscales han pedido un caso criminal y una reorganización de la administración de la compañía, especialmente debido a que el desastre ocurrió a menos de tres años de otra tragedia similar en Minas Gerais.

La acciones de Vale en la bolsa de valores de Sao Paulo cayeron este miércoles un 4,9% a un mínimo de siete días de 42,46 reales, mientras que sus títulos ADR que cotizan en Estados Unidos se hundieron un 6,2%.

El estado canceló la licencia de Vale para operar la represa Laranjeiras. Había sido utilizada en la operación de la mina Brucutu, que ya había sido suspendida por una orden judicial, lo que congeló cerca de un 9% de la producción de la compañía.

Vale, que estaba intentando apelar a la decisión de la corte, dijo que también apelaría contra la cancelación de la licencia.

Minas Gerais también terminó el permiso de Vale para operar su mina Jangada, que había estado paralizada desde que colapsó la represa cercana a la mina Córrego do Feijão, dejando al menos 150 personas muertas. Otras 182 personas están desaparecidas, en el que posiblemente es el desastre minero más letal de Brasil.

El recorte de la producción en Brucutu obligó a Vale a declarar fuerza mayor el martes en algunos contratos de mineral de hierro y granulados.

En el más reciente reporte que generó preguntas sobre si se pasaron por alto las señales de alerta antes de la avalancha de lodo que derribó edificios y árboles en el pueblo de Brumadinho, Globo TV informó que Vale fue notificada de problemas con los sensores diseñados para vigilar la estructura.