El crecimiento económico y los ciclos económicos son quizás los mayores factores que tienen impacto sobre todos los mercados financieros. En este sentido, las expectativas sobre el comportamiento futuro de la economía definen la dirección de las bolsas, las monedas, los bonos y los flujos de capital.

En los recientes años quizás el evento más importante a nivel global haya sido la desaceleración de la economía china, que pasó de niveles de crecimiento superiores al 10% a niveles de 7% a 8%, lo que generó un ajuste de expectativas con impacto directo en la importante corrección de precios del sector minero y que se convirtió en uno de los factores que han contribuido con el menor crecimiento peruano.

En este contexto, muchos se preguntan si en nuestro país estamos en ese tipo de escenario para pasar de un alto ritmo de crecimiento, superior al 6%, a uno de menor crecimiento, de 4% a 5%.

Más allá de los factores coyunturales, la reducción del ritmo de crecimiento de China era una necesidad y ha sido inducida por las políticas monetarias y fiscales con el objeto de evitar serios problemas y desbalances creados por esas elevadas tasas de crecimiento. En nuestro caso no es así. Por el contrario, las recientes medidas tomadas por el Banco Central y del Gobierno Central muestran de manera muy clara que las políticas macro ahora son ‘anticíclicas’ y lo que se busca en realidad es retornar los niveles previos de crecimiento potencial (estimado en niveles de 6% anual).

La mayoría de estimaciones muestran un consenso positivo y anticipan que el crecimiento rebotará este año.

La mayoría de estimaciones muestran un consenso positivo y anticipan que el crecimiento rebotará
este año.

Lo cierto es que las cifras de crecimiento están siendo peores que las estimadas en función claramente de una contracción de los sectores primarios. Ello lleva a observar que la demanda interna y el gasto de la clase media local continúan aún con un importante dinamismo. Sin embargo, las expectativas de los mercados están muy sensibles a la información nueva y en particular a verificar si el estímulo monetario y fiscal serán suficientes para observar una importante recuperación en los últimos trimestres de 2014.

En este contexto, la mayoría de estimaciones muestran un consenso positivo y anticipan que el crecimiento rebotará este año y podría incluso incrementarse por encima del 5% en 2015. Los grandes proyectos de inversión en infraestructura y minería, así como la mejora de las perspectivas en la economía global y la minería, apuntan a que se tendría un escenario más positivo en el futuro.

En esta situación, los precios de los activos peruanos aún no han mostrado grandes fluctuaciones y las correcciones de valor podrían generar la posibilidad de encontrar valores y activos a precios atractivos si la economía mantiene su tendencia a largo plazo (de 6% anual).

No obstante, existe un único riesgo significativo que podría limitar nuestra recuperación económica: la subida de los tipos de interés de los bonos americanos y los tipos de corto plazo de la Fed. Al respecto, a inicios de 2014 el mercado pronosticaba que los bonos de diez años con tasas alrededor de 3% podrían incrementarse este año a niveles de 3,5%. La realidad mostró el camino contrario: las tasas a la fecha han bajado a 2,5%, en gran parte por el menor ritmo de crecimiento en EE.UU. Sin embargo, los mercados estiman ahora que entre los próximos 6 y 12 meses esta tasa podría subir otra vez a niveles de 3%.

Este incremento podría frenar los flujos globales, y restringir la inversión en los mercados emergentes y afectaría también al Perú. Sin embargo, los mercados internacionales parecen empezar a diferenciar claramente los mercados complicados (como Brasil) de los mercados con sólidos fundamentos (México y Colombia).

En este sentido, a diferencia de Chile, que complica sus perspectivas económicas por reformas del nuevo gobierno, y muchas de las cuales podrían ser vistas como no amigables a los mercados, las autoridades peruanas han aplicado políticas que, superando los matices, han sido acogidas positivamente por los mercados que consideran que se mantiene el enfoque correcto. Ello, de concretarse en los siguientes meses, nos podría ubicar nuevamente entre las economías con mayor potencial. Si la recuperación es positiva en los próximos 12 meses, los mercados podrían mostrar interesantes oportunidades de compra en lo que resta del año.