Recientemente escribí acerca de los costos de los siniestros viales revelando el impacto que tienen en la economía de un país. Una vez que el problema está expuesto, ¿cómo podemos medirlo en América Latina y el Caribe? El indicador más utilizado es el del número de víctimas mortales por cada 100.000 habitantes. ¿Y cómo vamos?Actualmente, los países de América Latina y el Caribe (ALC) presentan una tasa de 17,2 fallecidos por cada 100.000 habitantes, según un estudio del BID de 2013, en contraposición a la tasa de 16,2 que existía en 2009. Pero ¿esa tasa indica situación de alerta o no hay razón para preocuparse? Las estadísticas nos dan la certeza de que estamos en alerta en la región.
En el siguiente cuadro, elaborado a partir de los Diagnósticos de Seguridad Vial 2005-2009 y 2010-2012 (BID), observamos la comparación entre datos de 2005-2009 y 2010-2012 de países de la región con otros países del mundo.
Un país que puede servir de modelo a la región en cuanto a la implementación de políticas destinadas a reducir las tasas de siniestros viales es España...
Es evidente que las tasas en ALC duplican a las de los países europeos y están por encima de las de Estados Unidos, que es un país bastante motorizado.
Un país que puede servir de modelo a la región en cuanto a la implementación de políticas destinadas a reducir las tasas de siniestros viales es España. Según la Dirección General de Tránsito (DGT), desde el lanzamiento del Plan Estratégico de Seguridad Vial 2001-2020 el país consiguió cumplir dos de trece indicadores propuestos por la Unión Europea en 2012, reduciendo en 25% el número de conductores de 18 a 24 años fallecidos y heridos graves en accidentes ocurridos en fin de semana. También se redujo en un 20% el número de fallecidos y heridos graves en accidentes entre los usuarios de motocicletas. Asimismo, entre 2003 y 2009 la tasa de fallecidos por cada 100.000 habitantes en España se redujo en un 54%. Actualmente la tasa es de 4,1 (para 2020 la meta es llegar a rebajar la tasa de 3,7).
Algunos países de la región han conseguido reducir sus tasas de víctimas por cada 100.000 habitantes gracias al apoyo del Banco Interamericano de Desarrollo y a la movilización gubernamental y de la sociedad civil. Destacados ejemplos son Guyana (35% en tres años), Jamaica (25% en tres años) y Paraguay (15% en cuatro años). Las ventajas de América Latina y el Caribe en el contexto actual radican en el compromiso internacional con la reducción del número de fallecidos en accidentes de tránsito expresada a través del Plan de Acción del Decenio de la Seguridad Vial 2011-2020 de las Naciones Unidas y de las experiencias exitosas de los países europeos en la reducción de los siniestros viales en las últimas décadas.
Nos resta aprovechar las oportunidades y transformarlas en acciones efectivas mirando hacia un continente más seguro para los usuarios de las vías.
*Esta columna fue publicada originalmente en el blog Moviliblog del Banco Interamericano de Desarrollo (BID).