La segunda economía de América Latina, México, cuenta con una población joven de más de 120 millones de habitantes, una industria manufacturera fuerte, recursos naturales importantes y un sector turístico que ya supone más del 8% del PIB. A ello se une su estratégica situación geográfica, entre dos océanos, uniendo Estados Unidos con el resto de América Latina, lo que supone una clara ventaja competitiva que el país está sabiendo aprovechar.

Y es que México está en condiciones de desarrollar e implementar tecnología de última generación que le permita alcanzar sus exigentes objetivos de crecimiento.

México está en condiciones de desarrollar e implementar tecnología de última generación que le permita alcanzar sus exigentes objetivos de crecimiento.

Su situación geográfica, que lo posiciona como hub logístico, el desarrollo industrial del país y del turismo internacional han exigido una inversión cada vez más intensa en la modernización de sus infraestructuras. México, al igual que otros países de esta geografía, como Brasil, Chile y Colombia, está afrontando grandes planes de inversión público-privada para la modernización de sus infraestructuras, dirigidas principalmente a las redes de carreteras y ferroviarias, puertos, aeropuertos y movilidad urbana. México también está realizando un esfuerzo en el desarrollo de las infraestructuras de energía, tanto en la red eléctrica, como en el sector del petróleo.

Desde Indra, hemos sido testigos en primera fila, desde hace más de 15 años, del proceso de modernización que ha vivido el país en estas áreas y de la fuerte apuesta que está haciendo para mejorar el transporte y la movilidad en todo su territorio. Sirva de muestra que solo entre 2014 y 2018 se prevé que el gobierno destine más de US$100.000 millones en más de 200 proyectos de comunicaciones y transporte. Así, en los últimos años hemos aportado nuestra tecnología e implementando sistemas inteligentes y de peaje a varias de las más importantes vías mexicanas, como el Viaducto Elevado Bicentenario, el libramiento de Celaya, la autopista Guadalajara-Tepic, o los túneles de Necaxa. Y hoy estamos implantando la tecnología más avanzada para situar al Distrito Federal a la vanguardia de la movilidad urbana, en términos de transporte público, que atiende a sus 21 millones de habitantes.

México ya camina hacia la alta velocidad en el transporte ferroviario y también forma parte de su estrategia dotar de inteligencia, a través de la tecnología, sus aeropuertos y sus puertos más importantes, algo necesario para consolidarse como centro logístico internacional. En definitiva, se trata de un país que está transformándose y que cuenta con empresas españolas que, como Indra, han formado parte en España de este proceso, y tienen la experiencia internacional que exige un país de estas dimensiones y exigencia.