Validar por qué se renuncia a las organizaciones debería ser un estudio obligado al interior de cada empresa, ya que el indicador de gestión de rotación es uno de los más importantes para medir el desempeño de liderazgo frente al manejo del talento. Aunque rara vez se realiza este ejercicio (a veces se esconde), enumero acá algunas de las razones más comunes de por qué algunos de los mejores talentos deciden dejar a sus empleadores:

*Burocracia: típico de las organizaciones familiares o de las estructuras jerárquicas de vieja guardia, que justifican gran cantidad de mandos medios dedicados entre otras a “controlar iniciativas” y a decir que "NO", siendo un mal filtro de la creatividad. Son en general organizaciones ineficientes, llenas de reglas sin sentido.

Aunque rara vez se realiza este ejercicio, enumero acá algunas de las razones más comunes de por qué algunos de los mejores talentos deciden dejar a sus empleadores...

*Falta de emprendimiento: nada más emocionante que un nuevo proyecto, que ponga a prueba la creatividad, el trabajo en grupo, la orientación al resultado, el estrés de salir a tiempo, de ganarle a la competencia. A los altos potenciales los motiva la oportunidad de trabajar en algo grande, visionario. Las culturas maduras, dedicadas a mantener su cuota de mercado, pero donde se pierde la creatividad y la vocación de riesgo, son en realidad… aburridas

*Falta de políticas de evaluación de desempeño: la gente necesita una retroalimentación, saber qué hace bien y dónde pueden mejorar; una felicitación por el éxito o el acompañamiento cuando los resultados no se están dando. La falta de una política de evaluación clara genera la impresión de que la verdad no les importa.

*Falta de políticas de carrera: esto si que es común. "Fui feliz, pero no tenía a dónde crecer”. La realidad es que los altos potenciales, precisamente aquellos con resultados sobresalientes, sobre todo si son de la generación Y, son los que más rápido van a querer asumir nuevas responsabilidades; si no las tienen, simplemente se van a ir.

*Cambio de prioridades estratégicas: la gente se casa con una visión. Una grande, inspiradora, retadora, que generen orgullo y sentido de pertenencia. Se pueden a veces matar proyectos, pero los timonazos de 180 grados en las prioridades estratégicas son una gran fuente de desmotivación.

*Talento mediocre: Jobs decía que a la gente talentosa le gusta trabajar con gente talentosa. Al contrario, nada más despachador que trabajar con gente mediocre. Es de la gente de la que al final se aprende. Si el equipo está lleno de gente regular, verá ir a la mejor gente.

*Falta de apertura a las ideas: las organizaciones autocráticas, cerradas, aquellas del "sí, señor", son, en general, una burla a la inteligencia. Partir de la base de que es la jerarquía, la "experiencia", la dueña del saber, es negarse a la innovación, a la creatividad, a la crítica y a la capacidad grupal de mejorar. Buena excusa para irse.

*Un mal jefe: es de todas la más común. Bien dicen que no se renuncia a las organizaciones sino a un mal jefe; y es que, desafortunadamente, en muchas ocasiones los malos jefes son mediocres, autocráticos, de poca visión. En fin, son la síntesis perfecta, a veces sólo incompleta, de varios de los defectos mencionados.

La lista esta inconclusa. Se quedan por fuera algunas obvias como un mal sueldo o problemas de tipo ético, pero creo que todo lo anterior no dista mucho de la realidad.