La reciente promulgación de la ley que amplía la participación de las Energías Renovables No Convencionales en Chile se realizó en un parque eólico que será capaz de abastecer el consumo eléctrico de cerca de 400 mil hogares en la Región de Antofagasta, en medio del desierto. Se trata de una iniciativa que aportará con una generación de 200 GWh al año con una capacidad instalada de 90 MW que debería entrar en operación a fines de este año.

No estamos hablando sólo del ingreso a la matriz de unos MW más o menos; detrás de estas cifras, hay un conjunto de hechos y pasos que se han ido cumpliendo y en los que han participado un sinnúmero de actores que han colaborado decididamente en ir construyendo una realidad distinta a la que se tenía hace unos años en materia de participación de las ERNC en el mercado energético.

Las Energías Renovables No Convencionales seguirán dando que hablar en Chile. Dadas las proyecciones del Reporte ERNC del Centro de Energías Renovables, deberíamos terminar el año con cerca de 1.700 MW en capacidad instalada...

El Reporte que damos a conocer en este mes de octubre, nos muestra que la capacidad instalada de fuentes renovables no convencionales, llega a los 1.069 MW lo que representa más del 6% de la potencia total de los sistemas interconectados. Valle de los Vientos es uno de esos proyectos que aglutinan más de 700 MW en construcción y que ya han madurado respecto de la cartera renovable que acumula un poco más de 9 mil MW de iniciativas con su Resolución de Calificación Ambiental aprobada.

Para que todo esto sea una realidad en Chile, importantes cosas han ocurrido. No sólo ha sido relevante esta nueva meta que como país nos hemos fijado, en orden a contar con 20% de participación de ERNC al año 2025, sino que también ha sido una señal muy potente la nueva legislación en materia de concesiones, que en la práctica traerá una reducción drástica de los tiempos de espera, mediante la construcción de líneas de transmisión para concretar proyectos.

Esto habla de buenas voluntades y de fuerte compromiso con el cumplimiento de metas que apuntan a horizontes más lejanos. Cuando se propuso la Estrategia Nacional de Energía, se habló -en su segundo pilar- de la importancia del despegue de las ERNC. Las señales de mercado, el nuevo marco regulatorio y las expectativas que arrojan las cifras de proyectos en cartera y el interés de privados en Chile como plaza para invertir en este sector, nos muestran que este segundo pilar se encuentra avanzando plenamente.

Las Energías Renovables No Convencionales seguirán dando que hablar en Chile. Dadas las proyecciones del Reporte ERNC del Centro de Energías Renovables, deberíamos terminar el año con cerca de 1.700 MW en capacidad instalada, con un importante repunte en algunas tecnologías, como la solar. Las oportunidades están, los recursos también, el marco legal busca ser una ayuda a la iniciativa privada. Sólo falta seguir trabajando en la consolidación de aquellos proyectos que nos aseguren depender de nuestros propios recursos naturales para la generación energética al año 2025.

Esa es nuestra tarea.