Con la reciente noticia de la venta de la finlandesa Nokia a Microsoft, culminan no solo más de 150 años de historia de una compañía que se convirtió en icono de la tecnología móvil, sino un proceso que se inició en 2007 con el ingreso de Apple al mercado móvil con su iPhone.

En el mundo del diseño y planificación de redes móviles se viene hablando hace algunos años del efecto Iphone para referirse a la explosión de ancho de banda que sobrevino en las redes móviles con la llegada de este dispositivo al mercado, y los demás smartphones que le siguieron, con pantalla táctil y aplicaciones demandantes de ancho de banda y grandes cantidades de espectro.

Algunos analistas incluso lo ven como un cambio geopolítico, donde el dominio de la tecnología móvil ha pasado de Europa, que con su tecnología GSM y posteriormente UMTS dominó el mercado de móviles en los 90 y la primera mitad de la década del 2000, hacia los Estados Unidos y Asia.

Por otra parte, desde el ingreso del iPhone al mercado y con la llegada del sistema operativo Android, se ha visto un cambio de paradigma en el mercado de los teléfonos móviles, donde los jugadores importantes ya no son los fabricantes tradicionales como Ericsson, Nokia,  Motorola, etc, sino las compañías que fabrican los sistemas operativos.

Vale la pena recordar que Google adquirió la división de terminales móviles de Motorola y Microsoft acaba de comprar a Nokia. Esto nos deja un panorama donde el mercado de los terminales móviles, desde el punto de vista del sistema operativo, le pertenece a Google (Android), Apple (IOS) y Microsoft (Windows). Nokia era tal vez el último fabricante “tradicional” de terminales móviles que quedaba.

Algunos analistas incluso lo ven como un cambio geopolítico, donde el dominio de la tecnología móvil ha pasado de Europa, que con su tecnología GSM y posteriormente UMTS dominó el mercado de móviles en los 90 y la primera mitad de la década del 2000, hacia los Estados Unidos y Asia.

En EE.UU. están los sistemas operativos, mientras que en Asia se ubican los principales fabricantes de terminales inteligentes (Smart Phones), como Samsung, LG, Huawei, ZTE, Alcatel (que hace años dejó de ser francesa), entre otros. Y aunque las tecnologías posteriores a la tercera generación (LTE y LTE-A) se han desarrollado en Europa, ya no son los fabricantes europeos los que dominan el mercado.

Es por esto que la reciente compra de Nokia por parte de Microsoft se puede considerar como el último golpe del efecto iPhone. Y esto no es lo único: el mundo de la televisión y las tecnologías de radiodifusión también están cambiando rápidamente por cuenta de estas empresas. Entonces, lo que se viene es ¿la fusión total del mundo IT y el mundo de las telecomunicaciones, más allá de la convergencia?