Lima. Southern Copper, una de las mayores productoras de cobre del mundo con operaciones en Perú y México, reportó el viernes un crecimiento de sus utilidades de 103,3 por ciento interanual en el tercer trimestre, debido principalmente a mayores ventas netas y eficiencias en costos operativos.
La minera controlada por Grupo México anotó una ganancia neta de US$401,8 millones entre julio y septiembre frente a la utilidad de US$197,6 millones del mismo lapso del 2016, dijo la firma en un comunicado.
Las ventas netas de Southern Copper crecieron un 19,7% interanual en el tercer trimestre, a US$1.676,5 millones, mientras que los costos de ventas cayeron un 6,0%, a US$781,5 millones.
Southern Copper, que opera las minas Toquepala y Cuajone en Perú y los yacimientos La Caridad y Buenavista en México, dijo además que espera desarrollar pronto su proyecto de cobre Tía María, ubicado en el sur peruano y que contempla una inversión de US$1.400 millones.
El EBITDA (ganancias antes de intereses, impuestos, depreciación y amortización) creció un 57,9%, a US$863,1 millones en el período.
"Los beneficios del nuevo entorno de precios así como el programa de inversión emprendido se reflejaron en los resultados de los nueve meses, a través de mucho mayores ventas, EBITDA, utilidad neta y una sólida generación de flujo de efectivo", precisó la empresa en su comunicado.
Southern Copper, que opera las minas Toquepala y Cuajone en Perú y los yacimientos La Caridad y Buenavista en México, dijo además que espera desarrollar pronto su proyecto de cobre Tía María, ubicado en el sur peruano y que contempla una inversión de US$1.400 millones.
"Hemos completado la ingeniería y hemos obtenido exitosamente la aprobación del estudio de impacto ambiental. Estamos actualmente trabajando para obtener la licencia de construcción para este proyecto de 120.000 toneladas de cobre anuales", señaló. "Esperamos que la licencia se emita en el primer trimestre de 2018", agregó la compañía.
El proyecto Tía María fue suspendido en el 2015 tras violentas protestas de pobladores que rechazan el plan por temor a que la operación deje sin agua sus tierras.