Este domingo 28 de octubre viviremos un cambio en la política chilena. Por primera vez en nuestra historia tenemos voto voluntario e inscripción automática. Esta modificación permitirá que todos los chilenos mayores de 18 años puedan votar por el alcalde y concejal de su comuna. En números, es un aumento de 5,3 millones de chilenos que podrán acceder a las urnas, donde casi dos tercios de los nuevos votantes corresponden a jóvenes de 18 a 29 años. Así, los jóvenes ahora representan 27% del padrón, bastante superior al 8% de la última elección.

Revisando en detalle las comunas más pobladas del país, en el caso de Puente Alto que tiene 185 mil nuevos votantes, más de un tercio son jóvenes menores de 30 años. Maipú, por su parte, cuenta con 171 mil nuevos jóvenes -potenciales votantes- que representan 33% de los sufragantes en aquella comuna. Estas cifras demuestran que hoy más que nunca está la oportunidad para aprovechar las instancias que entrega la democracia representativa para elegir a nuestros gobernantes locales, los alcaldes y concejales, que son los que tienen relación directa en los problemas que más aquejan a los chilenos: seguridad, educación y salud.

Si los jóvenes no estuvieran interesados en política, la respuesta sería totalmente distinta y más parece una excusa para justificar la poca adhesión y convocatoria o el miedo a transparentar el bajo apoyo a posturas extremas, que no pueden demostrar a través de las urnas en un sistema que no contempla el cuestionado sistema binominal.

Respecto a la participación electoral de estos jóvenes, tomando la última medición del Instituto Nacional de la Juventud (INJUV) Análisis de Candidaturas y Voto Joven, el 34% de los encuestados dice que con seguridad participará de la próxima elecciones municipal, 43% que señala que no lo hará y 20% que menciona que "quizás lo hará". A pesar de que es menor que la participación a nivel nacional, este 34% equivaldría a un aumento del 60% en el voto joven respecto a la elección municipal anterior, lo que es un avance.

Ahora bien, muchos arrepentidos del voto voluntario, que no se sienten con la capacidad suficiente para convocar y plantean obligar a los ciudadanos a votar, argumentan que los jóvenes no muestran interés por participar. Sin embargo, la encuesta anteriormente mencionada muestra que 77% de los jóvenes sí conoce el nombre del alcalde de su comuna y 42% manifiesta que el mecanismo más efectivo para convencerlo de votar es "dando a conocer su programa". Si los jóvenes no estuvieran interesados en política, la respuesta sería totalmente distinta y más parece una excusa para justificar la poca adhesión y convocatoria o el miedo a transparentar el bajo apoyo a posturas extremas, que no pueden demostrar a través de las urnas en un sistema que no contempla el cuestionado sistema binominal.