Sao Paulo. Pedro Parente dijo este miércoles dijo que no tiene un cronograma para renunciar como presidente ejecutivo de Petrobras y se comprometió nuevamente a generar un cambio a largo plazo en el rumbo de la petrolera estatal brasileña.

En una intervención en un seminario patrocinado por Credit Suisse Group AG, Parente dijo que el rumbo que empezó a implementar en mayo ha ayudado a que las acciones de la empresa generaran el mayor retorno entre las petroleras globales durante el año pasado. Todavía hay trabajo por hacer para modernizar a Petrobras, añadió Parente.

"No tengo ningún cronograma para irme de la compañía", dijo a los inversores. "Si fuera por mí, continuaría poniendo en práctica esta estrategia", agregó Parente.

Bajo el mando de Parente, Petrobras ha reducido el gasto de capital, vendido activos, y se ha alejado de los poco rentables proyectos logísticos y de refinación para reducir la deuda de la compañía, que actualmente es de alrededor de US$120.000 millones.

Sus palabras ayudan a disipar las preocupaciones sobre la salida anticipada de un ejecutivo reconocido por los inversores por sus pasos para librar a Petrobras de años de intromisión estatal.

Las acciones preferenciales de Petrobras subían un 1,53%, a 15,25 reales, en la bolsa de Sao Paulo a las 1302 GMT.

Bajo el mando de Parente, Petrobras ha reducido el gasto de capital, vendido activos, y se ha alejado de los poco rentables proyectos logísticos y de refinación para reducir la deuda de la compañía, que actualmente es de alrededor de US$120.000 millones. Petrobras tiene la mayor carga de deuda a nivel mundial entre las compañías petroleras.

El ejecutivo dijo también que la reducción de la deuda y la prevención de accidentes son las principales prioridades de la empresa para este año.

Parente destacó como riesgos para las operaciones y para los resultados financieros de Petrobras el impacto de las crecientes tensiones geopolíticas en Oriente Medio, la incertidumbre respecto al Gobierno del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y la lenta recuperación económica en Brasil.