Estados Unidos enfrenta por estos días la peor sequía en 56 años. En junio pasado Kansas vio sus termómetros llegar hasta los 48°C. La situación es grave: 78% de la cosecha de maíz está siendo afectada, así como 77% de la de soya. El sector ganadero se ve perjudicado doblemente por la falta de lluvias y por el alza de precios de las materia primas que sirven de abastecimiento para el ganado. Si bien la agricultura representa sólo el 1,2% de la economía de Estados Unidos, el país es el principal productor y exportador mundial de maíz, trigo y soya.
Tom Vilsack, secretario de agricultura de Estados Unidos, anunció que 39 condados se encuentran en "zonas de desastre natural". Los expertos aseguran que los efectos del calentamiento global se van a seguir manifestando y cada vez peor.
Finalmente, ¿cuál es el impacto de estos fenómenos para la población?
La sequía que está afectando por estos días a Estados Unidos nos hace cuestionarnos cuál será la capacidad del planeta para satisfacer a la creciente demanda de alimentos.
Por un lado nos enfrentamos al aumento sostenido en los precios de los alimentos. Pero más preocupante aún será lograr abastecer a la creciente población mundial que cada día aumenta la demanda por alimentos. Según cifras entregadas por FAO, al 2050 la población mundial alcanzará los 9,1 mil millones de personas, de la cual el 22% estará compuesto por mayores de 60 años.
Si a esto agregamos que al año 2008 alrededor del 30% de la población mundial adulta se encontraba en condición de sobrepeso y obesidad, (importante factor de riesgo de enfermedades como la diabetes y enfermedades cardiovasculares), tenemos un doble desafío para el futuro, no sólo abastecer de comida sino que potenciar a la industria de alimentos saludables que permitan combatir el problema de obesidad.
Producto de esto, es que la alimentación saludable se ha convertido en la tendencia de evolución fundamental del consumo y la industria a nivel mundial. Así lo demuestra un estudio realizado por el Institute of Food Technologies de Washington que señala que una de las diez tendencias alimenticias es el consumo de productos bajos en grasa y carbohidratos. Por otro lado, otra de las tendencias es el creciente interés del consumidor por informarse de los alimentos que compra, al revisar las etiquetas para comprobar la proporción de grasas.
Ante este escenario, la industria de alimentos tiene un tremendo desafío y todo apunta a que será clave aumentar la investigación para mejorar la productividad de los cultivos. Sin embargo, esto no es suficiente. El mundo necesita nuevas fuentes de alimentos, más saludables y que provengan de una industria sustentable. En este contexto las microalgas representan una interesante oportunidad para explotar.
¿Por qué las microalgas? La historia no es nueva. Las microalgas han generado soluciones innovadoras desde hace 2,1 millones de años; fueron los primeros organismos fotosintéticos que aparecieron en la tierra y son las responsables de nuestra actual atmósfera rica en oxígeno. En las últimas décadas, estos organismos unicelulares que habitan en todos los ambientes acuáticos y destacan por su increíble eficiencia biológica, han tomado gran relevancia en el mundo de la biotecnología de alimentos, ya que representan una fuente natural alternativa de compuestos nutricionales de altísima calidad, tales como antioxidantes, vitaminas, proteínas y ácidos grasos saludables como el omega 3.
Por el tremendo potencial que tienen, en Fundación Chile (con el apoyo de Corfo y en conjunto con AEON Biogroup) hemos apostado por las microalgas para el desarrollo de alimentos funcionales, principalmente el omega 3. Debido a la escasez de estos ácidos grasos saludables en los alimentos comunes, extractos ricos en estos compuestos son muy apreciados para incorporarlos en formulaciones de leche para lactantes y para su uso como suplementos dietéticos y aditivos alimentarios. La demanda por alimentos funcionales es enorme, mundialmente, el mercado de “salud y bienestar” esta valuado en US$663 mil millones
En este contexto, hoy en Chile contamos con grandes ventajas para potenciar estos desarrollos. La zona norte de Chile tiene las condiciones óptimas para el crecimiento de estos organismos ya que cuenta con grandes extensiones subutilizadas de suelo desértico y con altas tasas de irradiación solar. La oportunidad es evidente y hay posibilidades de uso para la industria de alimentos que aún no han sido explotadas a una escala comercial relevante.
Para tener en consideración, la implementación a gran escala de los cultivos no requiere de grandes inversiones y no contamina el medio ambiente, las microalgas tan solo necesitan de energía solar y un medio de cultivo para vivir.
Sin embargo, para que Chile llegue a ser un productor de alimentos funcionales en base a microalgas es fundamental poder consolidar una industria donde todos los actores involucrados hoy en este desafío, trabajen en resolver las brechas del proceso productivo, y en definir los productos derivados que respondan a las necesidades actuales de la población.
La gran ventaja de estos alimentos funcionales es que permiten mitigar los efectos de las alzas de los precios de alimentos, dado que no compiten por tierras cultivables, lo que optimiza el uso de suelo, al contrario de cultivos como la soya o el maíz. Por otro lado, el cultivo permite mitigar los efectos del calentamiento global al combinar el cultivo con el secuestro de CO2.
Ante la inminente crisis en USA, el ministro Vilsack ha declarado que "si tuviera una plegaria para la lluvia o una danza para la lluvia que pudiera hacer, la haría. Lamentablemente las plegarias no son suficientes. El desafío real es encontrar soluciones tecnológicas innovadoras y eficientes para aumentar la capacidad del mundo para producir más y mejores alientos”.
La industria chilena debe tomar un rol activo en el desarrollo de alimentos funcionales. Debemos comprometernos con nuestra meta país de ser una potencia alimentaria y atender a los desafíos mundiales que se aproximan en las próximas décadas con iniciativas innovadoras y sustentables. Tenemos todo para ser los líderes de la región en estos temas, NO podemos dejar pasar esta oportunidad.