Portugal está “al borde del abismo” reza el titular de un artículo de Reuters de la semana pasada. A pesar de haber recibido un rescate de US$104.500 millones el año pasado de la Unión Europea y del Fondo Monetario Internacional, la economía de dicho país continúa contrayéndose a medida que el desempleo aumenta y crece la incertidumbre sobre su permanencia en el euro. Al igual que Grecia, Portugal podría necesitar un segundo rescate pronto.

Como se ha dicho en otros casos, algunos expertos afirman que la austeridad es en parte responsable de la actual crisis económica de Portugal. Incluso el FMI ha dicho que intentar cumplir con la meta del déficit “podría no ser la mejor política” si el país cae en una recesión más profunda. La pregunta entonces es qué entendemos por “austeridad”.

En primer lugar, es importante señalar que Portugal se metió en problemas por tener un gobierno que gastó demasiado por mucho tiempo. En 2001 el país fue el primero en romper el límite de déficit del 3% del PIB establecido en el Pacto de Estabilidad y Crecimiento de la UE. Desde entonces, Portugal registró déficit presupuestarios significativos, y en 2009, como reacción a la crisis mundial, el país implementó un enorme paquete de estímulo que disparó el déficit al 9,4% del PIB (cabe señalar que el estímulo fracasó, el desempleo subió del 9,5% en 2009 al 14,9% actual).

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* Usando Deflator del PIB.

Como porcentaje del tamaño de la economía, el gasto total del gobierno en Portugal se situó en 45,2% del PIB en 2011, apenas un pelo por debajo de su pico de 45,8% en 2009.

Fuente: Comisión Europea, Asuntos Económicos y Financieros.

El gasto en términos nominales aumentó en un promedio anual del 5,6% de 2000 a 2010. Como podemos ver en la gráfica, se aceleró en 2009 cuando el gobierno socialista de José Sócrates trató de contrarrestar los efectos de la crisis mundial con un estímulo keynesiano. No fue sino hasta 2011 que el nuevo gobierno de Pedro Passos Coelho comenzó a implementar recortes en el gasto, lo que redujo el gasto total en 5,5% en relación al año anterior. Sin embargo, el gasto estatal en 2011 estaba al mismo nivel de 2009. En términos reales, no ha habido una disminución en los niveles de gasto.

Como porcentaje del tamaño de la economía, el gasto total del gobierno en Portugal se situó en 45,2% del PIB en 2011, apenas un pelo por debajo de su pico de 45,8% en 2009.

En un inicio, Sócrates trató de controlar el déficit con aumentos de impuestos. Con tal fin aumentó la tasa del IVA del 19% al 21%. Como parte del acuerdo del rescate del año pasado, Passos Coelho aumentó el IVA hasta el 23%, una de las más tasas más altas en Europa. Su gobierno también introdujo cambios en el impuesto sobre la renta: Algunas exenciones fueron eliminadas, se introdujo un recargo de 1,5% y 2,5% para las personas de ingresos medios y altos, respectivamente. Una tasa especial del impuesto corporativo del 12,5% para las pequeñas empresas fue elevada al 20%, y sobretasas del 3% y el 5% fueron creadas para las medianas y grandes empresas, respectivamente. También hubo aumentos en los impuestos sobre el alcohol, el combustible y el tabaco.

La evidencia sugiere que a pesar de que en el último año se dieron recortes importantes en el gasto en Portugal (y estoy seguro que las personas allá están sintiendo los efectos de dichos recortes), los aumentos de impuestos constituyen un componente significativo de las políticas de austeridad implementadas en ese país.

*Esta columna fue publicada originalmente en el blog Libremente del centro de estudios públicos ElCato.org.