Dentro de las más válidas consideraciones al respecto de las alteraciones, cambios y adhesiones planificadas por el gobierno a la Constitución Política de la República, hay una generalmente considerada de poca importancia, pero en realidad de primer orden para permitir el debido funcionamiento de la sociedad. Me refiero al lenguaje.
Una vez puestas de acuerdo todas las partes, decididas las diferencias de texto del documento fundamental del país, el texto debe ser revisado por personas especializadas en el estudio, aplicación, diferencias y sinónimos de las palabras, así como la puntuación de las frases. No es una simple comisión de estilo, sino de estudio profundo del verdadero significado de las palabras y de sus interpretaciones.
Esta tarea no debe ser realizada por ningún redactor de los textos, porque por alguna razón, cuando uno escribe algo y lo relee, los errores se esconden… Por ello una persona ajena a la creación del texto puede ayudar más a mejorarlo y sobre todo a evitar errores de forma y de fondo. Una palabra utilizada equivocadamente causa problemas: puede tener significado contrario, o presentar ambigüedad, o tener varios significados. En el texto constitucional, una de las tareas fundamentales es la de utilizar la mayor cantidad posible de veces, vocablos de un solo significado, o en el caso de tener varios, dejar claro a cuál de ellos se debe entender. En otras palabras, dejar la interpretación del texto constitucional solo al fondo, no a la forma.
El estudio de todo lo referente al lenguaje puede ser hecho por la Academia Guatemalteca de la Lengua, o solicitarlo a la Asociación de Academias de la Lengua, cuyos dictámenes serán correctos pero tomarán algún tiempo, obviamente no unas pocas horas. Es cuestión de decisión política correcta.
Quiero exponer un ejemplo de por qué la puntuación es fundamental. La frase “si las mujeres supieran el valor que tienen los hombres andarían de rodillas”. Esta frase necesita una coma. Si se coloca después de tienen, su significado cambia cien por cien a si se coloca después de hombres. En el primer caso, los hombres andarían de rodillas; en el segundo, serían las mujeres. Las dos frases son correctas gramaticalmente, pero significan lo contrario, por una simple coma. Es necesario comentar aspectos como el orden dentro de las frases. “Escaleras para pintores de madera” y “escaleras de madera para pintores” No significan lo mismo. Porque estos ejemplos son sencillos, podría parecer imposible la aparición de complicaciones legales. No es así.
Un ejemplo de estas complicaciones legales es el caso de la famosa palabra optar. En vez de decir “los golpistas no podrán ser presidente de Guatemala”, la ley, utilizando lenguaje diz que elegante, señala: “los golpistas no podrán optar a la presidencia”. Optar significa a) escoger; b) intentar entrar a una dignidad a la que se tiene derecho”. (Por eso se opta, se recibe, un título universitario). El error fue doble: por un lado, le otorgaba al golpista el derecho de entrar a la dignidad de presidente, algo contrario al espíritu del artículo legal, cuyo fin es desalentar los golpes de Estado. Por otro, al referirse a “entrar en la dignidad”, se podía interpretar otro absurdo: puede ser candidato, por tanto puede ganar una elección, pero no asumir el cargo.
Es fundamental emplear correctamente el idioma oficial del país: el español. El significado de las palabras debe buscarse en el Diccionario de la Real Academia de la Lengua, redactado y revisado por académicos del mundo hispanohablante. Estos criterios no le otorgan al DRAE la calidad de sustituto de la interpretación legal, un válido y fundamental trabajo jurídico, político o social, pero este debe circunscribirse al fondo del texto. El estudio de todo lo referente al lenguaje puede ser hecho por la Academia Guatemalteca de la Lengua, o solicitarlo a la Asociación de Academias de la Lengua, cuyos dictámenes serán correctos pero tomarán algún tiempo, obviamente no unas pocas horas. Es cuestión de decisión política correcta.
*Esta columna fue publicada originalmente en PrensaLibre.com.