Los teléfonos inteligentes y tablets están cambiando la manera de hacer las cosas - tanto a nivel personal como en el ámbito de las empresas - por lo que algunos analistas han señalado que el teléfono inteligente está causando una revolución tan grande como la ocurrida con la aparición del computador personal. Este vertiginoso proceso provoca la masificación de dichos dispositivos y como consecuencia, en las empresas aparece el "iceberg de la movilidad" constituido por un conjunto de desafíos y riesgos que deben ser atendidos integralmente.
El correo electrónico móvil ha sido el poderoso catalizador de la fuerte irrupción de teléfonos inteligentes en las empresas. Si bien su introducción estuvo focalizada en los niveles gerenciales, ahora hay 2 fuerzas que generan la "democratización" de la tecnología móvil al interior de las organizaciones. Por una parte, están las aplicaciones móviles que facilitan la extensión de los procesos de negocio hacia las operaciones en terreno - permitiendo al empleado móvil acceder a la información y aplicaciones centrales - y en segundo lugar, aparece el uso de dispositivos de propiedad del empleado en sus labores de trabajo, para conectarse con los sistemas de la empresa ( "BYOD: Bring Your Own Device").
Este contexto tan dinámico deja en evidencia que las decisiones sobre plataforma móvil en las empresas no pueden limitarse a la elección del "dispositivo correcto", que sólo es la punta del iceberg, ya que las organizaciones deben gestionar los servicios móviles, al igual que cualquier otro servicio informático. Aparece entonces la parte oculta de este iceberg, que incluye decisiones sobre la administración de los equipos móviles, servicios habilitados, eficiencia de costos, soporte a usuarios, estrategias de incorporación de una o múltiples plataformas (BlackBerry, iOS, Android, Windows Phone), utilización de dispositivos privados (BYOD), políticas de uso (navegación, roaming, funcionalidad permitida, acceso a aplicaciones) y la seguridad de la información personal y de la empresa. Adicionalmente, se requiere definir los procesos de negocio que serán movilizados y resolver desafíos importantes sobre el suministro de aplicaciones móviles (desarrollo nativo, plataformas, sitios web HTML5, etc.), su cobertura de servicios (usuarios internos, clientes, distribuidores, etc.) y su distribución o habilitación para usuarios autorizados.
Este "iceberg" representa entonces la necesidad urgente de establecer la estrategia de movilidad en cada empresa, que defina integralmente los criterios de selección y administración de la plataforma tecnológica, su disponibilidad y calidad del servicio, el costo total de las solución móvil y la seguridad de la información y aplicaciones.