Las fuentes seguras de energía son un elemento que empuja la economía mundial. Cómo asegurar y cómo utilizar de manera eficiente la energía en el futuro fue una de las preguntas centrales de la Reunión Ministerial para la Energía Limpia que se llevó a cabo en Londres la semana pasada. Los gobiernos participantes incluyeron a México y al Reino Unido. En su discurso al inicio del evento, el primer ministro británico resumió el reto al decir: “la demanda global se incrementará más de 40% en dos décadas y urgentemente necesitamos una mezcla de fuentes de energía más diversa y limpia que nos brinde seguridad energética sin causar un daño irreparable al planeta”.

La economía global ha dependido de los hidrocarburos por muchos años, y éstos seguirán siendo esenciales. Es importante que los hidrocarburos sean producidos y utilizados eficientemente, lo que incluye encontrar formas para capturar y almacenar las emisiones de carbono. Sin embargo, éstos no pueden ser la única respuesta, ya que son un recurso no renovable y también por la necesidad de balancear la energía con las metas climáticas.

Definir el futuro de la mezcla energética será una prioridad cada vez más importante para los países. La escala y el costo de dicha inversión en infraestructura significan que decisiones importantes serán necesarias pronto. La mezcla energética que tengamos en la próxima década estará formada por las decisiones que se tomen en los próximos dos años.

Definir el futuro de la mezcla energética será una prioridad cada vez más importante para los países. La escala y el costo de dicha inversión en infraestructura significan que decisiones importantes serán necesarias pronto. La mezcla energética que tengamos en la próxima década estará formada por las decisiones que se tomen en los próximos dos años.

Estamos en el umbral de una revolución energética. Algunas de las nuevas tecnologías ya ayudan a proporcionar energía limpia explotando el poder del sol, el viento y otros recursos renovables. Estas tecnologías, en conjunto con políticas públicas que las apoyan, pueden proporcionar un mejorado acceso a la energía para todo el mundo, crear trabajos, mejorar la seguridad energética y hacer importantes contribuciones a la meta climática y medio ambiental.

Desafortunadamente aún hay barreras para la adopción de tecnologías de energía limpia y el costo de algunas de éstas permanece alto. La meta de la Reunión Ministerial por Energía Limpia es proporcionar una plataforma para que los gobiernos, el sector privado y otros trabajen juntos para superar las barreras y avanzar hacia la adopción de estas tecnologías. Esto no será fácil, pero es posible.

Cada país encontrará una ruta propia basada en sus circunstancias y recursos naturales disponibles. En el Reino Unido utilizamos una amplia gama de energías renovables. La energía eólica seguirá creciendo. La energía nuclear se expandirá también. Es muy difícil pensar en la energía global y la seguridad climática sin un rol más grande de la atómica. Necesitamos desarrollar y establecer una nueva generación de plantas nucleares más eficientes y seguras, aprendiendo las lecciones del accidente de Fukushima.

México publicó recientemente su Estrategia Nacional Energética, la cual establece la ambiciosa meta de que 35% de la energía provenga de fuentes renovables para 2026. Opciones como la energía solar, geotérmica, eólica y nuclear están bajo consideración. Este es un reto demandante a pesar de que México cuenta con vastos recursos naturales.

Por lo tanto, a pesar de que nuestros caminos serán diferentes, las metas son las mismas. Y alcanzarlas será un factor importante para mantener nuestro crecimiento nacional, prosperidad y seguridad climática global.

*Esta columna fue publicada originalmente en Excelsior.com.mx.