Monterrey. La mexicana Cemex, una de las mayores cementeras del mundo, tiene identificados bienes raíces con valor de unos US$400 millones que puede incluir dentro de su plan de desinversiones, dijo el miércoles el director general de la compañía, Fernando González.

Cemex incrementó su plan de venta de activos a hasta US$2.000 millones en 2016 y 2017, por encima de su meta previa de entre US$1.000 y US$1.500 millones que fue informada en febrero, para contribuir a bajar deuda y recuperar su grado de inversión.

A la fecha, la firma vendió US$610 millones, que incluyen los recursos de su oferta pública en Filipinas.

Además, espera concretar un acuerdo para la venta de activos por US$400 millones en Estados Unidos a la cementera mexicana GCC y desinvertir otros US$300 millones de activos fijos.

La compañía dijo en marzo que había identificado activos fijos por US$700 millones en México, Sudamérica y Europa que podría vender.

"Si vendemos estos US$300 millones de los que estamos hablando, nos quedan otros US$400 millones", dijo González en una entrevista con Reuters.

"Ahora es muy probable que por la actividad misma del negocio podríamos acumular más activos no productivos como los que detectamos el año pasado", agregó.

El ejecutivo explicó que los activos son bienes raíces que no generan flujo de operación (EBITDA).

González agregó que por el momento no han visto desaceleración en la actividad de su negocio en el Reino Unido tras el referendo por el "Brexit", pero que esperan un impacto de entre US$10 a US$15 millones en su flujo de operación por la depreciación de la libra este año.

"Es un proceso que está provocando incertidumbre de cierta importancia", dijo. "Dentro de algunos meses vamos a empezar a ver si el libro de pedidos de concreto siguen en los mismos niveles o empiezan a declinar, pero en nuestro caso no es una reacción inmediata", agregó.

Las consecuencias de la votación británica para abandonar la Unión Europea están resonando en la economía del Reino Unido con sondeos publicados el jueves que muestran una fuerte caída en la confianza del consumidor y una desaceleración en el sector de la construcción.