Isagén, la tercera compañía eléctrica del país, finalmente fue subastada este miércoles en medio de una dura polémica. Brookfield, un consorcio canadiense, se quedó con el 57,6% de participación que el Gobierno tenía en la empresa.

Aunque en la subasta solo se presentó un oferente, el reglamento operativo lo permite y por esa razón se llevó a cabo el proceso en la Bolsa de Valores de Bogotá.

¿Cómo es la compañía que compraría Isagén? Brookfield, con sede en Canadá, es un grupo internacional dedicado a la administración de activos. Bajo su mando hay más de US$225.000 millones destinados para inversión. Trabaja en los sectores de bienes raíces, infraestructura e inversiones de capital privado. Además lleva más de 100 años trabajando en el sector eléctrico mundial.

Este conglomerado se especializa en generación eléctrica mediante procedimientos amigables con el medioambiente. Cuenta con más de 7.284 unidades eléctricas en todo el mundo, de las cuales 5.372 son de generación hidroeléctrica, 1.577 del tipo eólica y 335 de otro tipo. Gracias a esta infraestructura tiene una capacidad instalada de 7.300 MW. La mayor presencia que tiene Brookfield en negocios del sector eléctrico es en Canadá, con 81 centrales eléctricas. Asimismo, genera energía en tres estados de Estados Unidos: Nueva York, Luisiana y California. En Suramérica Brookfield sólo se encuentra en Brasil, en donde tiene una capacidad instalada de 821 MW.

La oposición a la venta. Desde varios sectores políticos, muchos de éstos del mismo santismo, fueron varios los reclamos que se hicieron para que no se vendiera la participación del Estado en Isagén.

El senador del Centro Democrático, Iván Duque Márquez, dijo que “la empresa está mal valorada porque no tiene en cuenta los activos de propiedad intelectual. Además, ese viejo cuento de que la plata de la operación irá para las carreteras 4G ya no tiene lugar. Existen varios mecanismos para darle recursos a la Financiera de Desarrollo Nacional, como los créditos del Fondo Monetario Internacional, sin perder nuestra independencia energética. Lo cual se debería evitar en esta coyuntura de crisis energética”.

Igualmente, el senador del Polo, Jorge Enrique Robledo, dijo que "nunca hubo puja y estamos hablando del detrimento más grande de la historia (…) ojo porque Isa y Ecopetrol también están en la agenda privatizadora".

A su turno, la senadora liberal Viviane Morales Hoyos dijo que “vender a Isagén pone en riesgo la soberanía y la seguridad energética del país (…) prefiero a Juan Manuel Santos como el presidente que logró la paz y no como el que regaló el activo más importante del país”.

En el mismo sentido, el senador verde Antonio Navarro Wolff defendió que “Isagén es de todos los colombianos y debe ser una empresa de todos y debe seguir siendo pública y nacional (…) Isagén no se vende porque es nacional, pública y eficiente. Isagen se defiende”.