Repsol ha completado la venta de sus activos de gas natural (GNL) en Perú y Trinidad y Tobago a Shell en una operación que le ha reportado unos ingresos de US$4.100 millones (unos 2.982 millones de euros) y unas plusvalías de US$2.900 millones (2.109 millones de euros) después de impuestos.
Según ha comunicado la empresa a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), la venta de activos a Shell y el traspaso de su participación en Bahía Bizkaia Electricidad (BBE) a BP han supuesto unos ingresos para Repsol de unos US$4.300 millones (unos 3.127 millones de euros), a los que se suman los compromisos financieros y deudas que han asumido las compradoras.
En febrero, cuando se anunció la operación, Repsol detalló que Shell asumía deudas y compromisos financieros por US$2.253 millones (unos 1.638 millones de euros).
Tras el cierre de la venta, Repsol señala que su deuda neta se reduce en US$3.300 millones (2.400 millones de euros) y "fortalece significativamente su balance".
La petrolera ha detallado hoy que la operación global le ha supuesto unos beneficios y plusvalías de aproximadamente US$2.900 millones (2.109 millones de euros) después de impuestos.
También ha avanzado que tras esta venta ajustará la valoración de los activos norteamericanos en sus libros y realizará una provisión de US$1.500 millones (1.091 millones de euros) después de impuestos.
Las plusvalías pendientes de contabilizarse, tras dicho ajuste se incorporarán entre los ejercicios de 2013 y 2014.
La petrolera ya avanzó su intención de dedicar los ingresos obtenidos con esta operación a reforzar el crecimiento de su división de exploración y producción (upstream).
La venta forma parte del plan de desinversiones puesto en marcha, después de la nacionalización de YPF por parte del Gobierno argentino.
Este plan incluía unos objetivos de desinversión de entre 4.000 y 4.500 millones de euros, una cifra alcanzada ya que, al sumar esta operación al resto de ventas ejecutadas por Repsol, se superan los 5.000 millones de euros.