El presidente panameño, Ricardo Martinelli, inauguró este martes la primera de un total de 21 estaciones de unidades del Metrobus conocidas como zonas pagas, con la esperanza de que puedan agilizar la operatividad de ese sistema de transporte capitalino, muy criticado por los usuarios desde que arrancó en 2011.
En las zonas pagas, construidas por el gobierno, los usuarios cancelan el pasaje con la tarjeta dispuesta exclusivamente para ello al entrar en los andenes y no al subir a la unidad de transporte, lo que se supone agilizará el abordaje y salida de los autobuses que opera la empresa colombiana Mi Bus.
La estación El Marañón, inaugurada este lunes por Martinelli en el centro panameño, tiene capacidad de recibir hasta 16.000 personas por hora y beneficiará a más de 700.000 usuarios de los distritos de Panamá y San Miguelito, indicó un comunicado de la Secretaría de Comunicación del Estado.
Las zonas pagas tienen techo, algo muy importante en un país como Panamá donde el sol fuerte y las lluvias se alternan casi todos los día, "cuentan con protección policial las 24 horas y cámaras de vigilancia", de acuerdo al comunicado.
"En total se entregarán seis zonas pagas durante el mes de septiembre y completarán el resto (15) a mediados de enero de 2014, cuyo sistema es parte de la modernización del transporte público de pasajeros junto al Metro de Panamá", que se espera esté operativo el próximo año, indicó la información oficial.
Desde que comenzó a operar el sistema de Metrobus en la capital panameña, en sustitución de unos viejos autobuses conocidos como "diablos rojos", es común ver en algunos sectores de la ciudad largas filas de usuarios que llegan esperar más de una hora por la llegada de una unidad de transporte, lo que es fuente de constantes quejas del público y del propio Martinelli.
El presidente reiteró este lunes a Mi Bus y la chilena Sonda, la encargada de las tarjetas que utiliza el sistema para el pago electrónico, que deben mejorar sus servicios, al sostener que "el Estado está cumpliendo con la instalación de las zonas pagas para beneficio de los usuarios".
Martinelli ha amenazado con rescindir el contrato a ambas firmas dado el "pésimo" servicio que han brindado, aunque ha matizado que los múltiples trabajos de infraestructura que se realizan en la capital han contribuido a complicar el funcionamiento del Metrobus.