Las autoridades aéreas argentinas comunicaron la noche de este martes a LAN que tiene un plazo de diez días para salir de Aeroparque, el principal aeropuerto de Argentina en vuelos domésticos.

LAN deberá desalojar el hangar que ocupa actualmente, lo que hace peligrar la presencia de la aerolínea de intereses chilenos en el país trasandino.

Según la prensa argentina, la decisión tiene que ver con la presión de reservar el terminal aéreo para los vuelos de Aerolíneas Argentinas y Austral, debido al colapso existente en otros aeropuertos como Ezeiza.

Los problemas entre la administración de Cristina Kirchner y los intereses de LAN tuvieron un punto alto de erosión en agosto pasado, pero finalmente se continuó con las operaciones de la aerolínea. Ahora, todo escala y peligra la presencia de LAN en Argentina.

En esa fecha, el vicepresidente ejecutivo de grupo Latam Airlines, Enrique Cueto, aseguró que la aerolínea Lan Chile seguirá operando en Argentina, pese a los problemas que ya se tenían con organismos gubernamentales de ese país. "Vamos a seguir operando en Argentina y en Aeroparque (aeropuerto bonaerense Jorge Newbery) mientras podamos, aunque sea sin hangar", subrayó Cueto durante un seminario del Instituto chileno de Administración Racional de Empresas (Icare).

Sin embargo, la presión era menor y prueba de ello es que el CEO de LAN, Ignacio Cueto, tuvo que viajar de urgencia a Argentina para reunirse con autoridades transandinas, pese a que el ejecutivo se encontraba en Colombia para inaugurar el primer vuelo con biocombustible en el país, según consigna DF.

La compañía chilena tiene un contrato para operar el hangar y la base de mantenimiento para su flota de aviones hasta 2023, luego de que en 2008 suscribiera un acuerdo con Aeropuertos Argentina 2000 para instalarse en la plataforma sur del Aeroparque metropolitano.

La firma de capitales chilenos, ha invertido US$5 millones en el hangar, donde se le realizan las labores de mantenimiento a los 12 aviones Airbus 320 que operan en el mercado argentino y pagan una cuota mensual de US$20.000 a AA 2000, por la utilización de los 2.500 metros cuadrados en los que funciona la plataforma de amarre, los talleres de mantenimiento, oficinas administrativas y almacenes de repuestos.