Bruselas. El grupo bancario holandés ING anunció este viernes la venta a International Finance Corporation (IFC) de unos 26,5 millones de unidades de la aseguradora brasileña SulAmérica, lo que representa el 7,9% de sus acciones en circulación, por unos 155 millones de euros (cerca de US$200 millones).

La entidad precisó en un comunicado que estas acciones han sido liberadas de las obligaciones del acuerdo del pasado febrero entre ING y la familia Larragoiti, el accionista mayoritario de SulAmérica, según el cual la holandesa recortó 36,5% su participación en la brasileña.

Ese acuerdo le permitió mantener una participación directa en la empresa justo por debajo del 30% con un valor de mercado de unos 620 millones de euros, según explicó entonces ING.

Esas operaciones reducirán la participación de ING en el capital de SulAmérica aproximadamente al 21,5%, que tendrá un valor de unos 410 millones de euros.

La firma holandesa detalló que espera cerrar la transacción con IFC en 30 días, en tanto que la operación con la familia Larragoiti culminará en el tercer trimestre de 2013, una vez reciba el visto bueno de los reguladores, apuntó.

También señaló que revisará las opciones de desinversión del 21,5% restante en SulAmérica "cuando sea apropiado".

IFC es miembro del grupo del Banco Mundial (BM) y financia a empresas en un centenar de países en desarrollo, mientras que SulAmérica es el mayor grupo independiente de seguros en Brasil, que a finales de 2011 contaba con una red de más de 30.000 "brokers" (agentes).

El acuerdo de febrero con la familia Larragoiti formaba parte del plan de reestructuración de ING aprobado por la Comisión Europea (CE), por el que tiene que deshacerse de todas sus operaciones de gestión de seguros o de inversiones.

La CE dio en noviembre de 2012 su visto bueno a las modificaciones introducidas en el plan de reestructuración del banco holandés ING, que pasan por dar más tiempo a la entidad para devolver ayudas públicas y ceder parte de sus activos.

Es una condición a cambio de la ayuda que recibió del Estado holandés para evitar sucumbir a la crisis financiera, que tiene que haber reembolsado para 2015.