La Superintendencia de Transporte abrió este miércoles una investigación en contra de Viva por las afectaciones contra los pasajeros que se han derivado del cese de operaciones que implementó la aerolínea desde la noche de este lunes.

Así mismo, la entidad impuso una medida administrativa en la que le ordena a la aerolínea implementar un plan de atención a los usuarios dentro del cual se tomen “medidas compensatorias” y los reembolsos a los que haya lugar.

Según la Superintendente de Transporte, Ayda Lucy Ospina Arias, “en este caso en particular, fueron alrededor de 466.604 usuarios que tenían reservas confirmadas al 27 de febrero, fecha de la suspensión de las operaciones de Viva. Adicionalmente, la SuperTransporte pudo verificar mediante la página web de la aerolínea que se continuaban vendiendo tiquetes y que para la misma fecha ya se habían vendido 5.750 reservas”.

De acuerdo con Francisco Lalinde, presidente de la aerolínea de bajo costo Viva, el flujo de caja que tiene la compañía actualmente le permitiría mantener operaciones por siete días más y apenas con la mitad de la flota que la empresa tenía para noviembre del año pasado.

Los recursos, según Lalinde, se reservarían para una eventual liquidación de los trabajadores.

De acuerdo con la Supertransporte, se pudo evidenciar que más de 80 vuelos no fueron operados el 28 de febrero de 2023.

En medio de la contingencia, Avianca, que es la empresa que busca la integración con Viva Air, informó que incrementará sus vuelos desde Bogotá a Medellín, San Andrés y Buenos Aires y dispuso para ello 4.000 sillas.

“Para el caso de Perú, Avianca dispondrá de aviones A320 que cuentan con 60 sillas más para algunos vuelos, en tanto mantiene su operación regular en la flota A139. En cuanto a Argentina, se utilizarán algunos itinerarios en la flota de doble pasillo de la familia Boeing 787 que cuenta con 70 sillas más para un total de 250 pasajeros”, explicó en un comunicado.