Los refinadores estadounidenses de petróleo, que eran compradores habituales de crudo venezolano, están alineándose para ganar acceso a los próximos cargamentos a ser fletados por Chevron bajo una licencia estadounidense emitida recientemente, dijeron dos personas familiarizadas con el asunto.

La administración del presidente Joe Biden autorizó el sábado pasado a Chevron a expandir operaciones en Venezuela y reanudar el envío de crudo pesado a Estados Unidos.

Tras la primera flexibilización del marco de sanciones petroleras a Venezuela en más de tres años, podrían venir autorizaciones más amplias si Caracas y líderes de la oposición acuerdan los términos de una elección presidencial, dijo Washington.

Valero Energy Corp, PBF Energy y Citgo Petroleum han mostrado interés en obtener acceso al petróleo que Chevron espera para las próximas semanas, según las personas mencionadas. Valero, PBF y PDVSA no respondieron a solicitudes de comentarios.

Un portavoz de Chevron dijo que la empresa no comenta sobre asuntos comerciales y un portavoz de Citgo declinó comentar.

Las variedades de crudo pesado venezolano que eran muy demandadas por refinerías estadounidenses para producir productos desde asfalto hasta combustibles de motor, habían sido parcialmente reemplazadas por suministros rusos tras las sanciones a Venezuela. Algunas de estas compañías comenzaron esta semana a contactar a Chevron, agencias navieras y propietarios de embarcaciones para verificar inventarios y cronogramas de carga, agregaron las fuentes.

Aún no se ha asignado oficialmente petróleo venezolano a Chevron y no se han firmado contratos de fletamento para transportar cargamentos de crudo de Venezuela a Estados Unidos, según programas de exportación de la estatal PDVSA y datos de fletamento de Refinitiv.

REFINADORES ENTUSIASMADOS

Los contratos de fletamento más recientes para transportar petróleo venezolano a la costa del Golfo de Estados Unidos son de finales de 2018, justo antes de las sanciones, según mostraron datos de Refinitiv.

Valero, PBF y otros refinadores independientes en Estados Unidos no necesitarían autorizaciones nuevas para comprar petróleo venezolano a Chevron. Pero Citgo, propiedad de PDVSA, puede requerir autorización del Departamento del Tesoro, ya que opera bajo una licencia, dijeron analistas y expertos. Chevron podría priorizar sus propias refinerías, especialmente Pascagoula en Mississippi y El Segundo en California, que en el pasado fueron receptores regulares de petróleo de Venezuela.

El jueves, el presidente ejecutivo de Chevron, Michael Wirth, dijo que es improbable que la compañía haga inversiones para impulsar la producción en Venezuela en los próximos seis meses, ya que tomará tiempo flexibilizar las sanciones.

El efecto principal de la licencia será permitir que parte del petróleo venezolano regrese a Estados Unidos, "lo que ayudará al sistema de refinación de Estados Unidos", dijo Wirth. Un levantamiento total de las sanciones es poco probable a corto plazo, dijeron analistas, pero clientes tradicionales de Venezuela, socios comerciales y acreedores están tomando medidas para cobrar las deudas pendientes a raíz de la autorización a Chevron.

Washington no ha señalado que permitirá a otras empresas cobrar deudas. CAMINO A LAS EXPORTACIONES Debido a que la primavera y el verano en Estados Unidos son las temporadas más activas para la pavimentación con asfalto y el transporte por tierra, el crudo pesado Boscán de Venezuela, producido por Chevron y PDVSA en su proyecto Petroboscán, podría ser el primero en exportarse.

Para reiniciar esos envíos, podría ser necesario dragar el canal de navegación del Lago de Maracaibo, en el noroeste del país, para permitir que tanqueros tipo Panamax y Aframax entren hasta las terminales del occidente venezolano, dijeron fuentes navieras. Un exceso de crudo Boscán almacenado a principios de este año obligó al cierre total del procesamiento. El drenaje de esas existencias sería lo primero que se necesita para reiniciar producción, mostraron los documentos de PDVSA.

Hay inventarios separados de crudo Hamaca y crudo diluido para exportación inmediata en la terminal más grande del país. Pero a 29 de noviembre sólo había 1,47 millones de barriles disponibles, suficientes para dos cargamentos, según los documentos. El mejorador de crudo de Petropiar, operado por PDVSA y Chevron, se detuvo la semana pasada por una fuga de nafta. Se reinició días después para producir unos 100.000 barriles diarios de Hamaca.

En noviembre, PDVSA despachó 1,2 millones de barriles de Hamaca a sus refinerías y también se entregaron alrededor de 1 millón de barriles de fuel oil desde Petropiar a la empresa estatal iraní Naftiran Intertrade Co LTD (NICO) como parte de un intercambio de petróleo, según los documentos.