Bogotá. Avianca no está en quiebra. Así lo ratificó este jueves el presidente y CEO de la holding, Anko van der Werff, en su primer encuentro con los medios de comunicación desde que se posesionó el pasado 15 de julio. El mercado le tomó la palabra y la acción subió 2,71% en la Bolsa de Valores de Nueva York.

Los analistas también le dieron la razón y admitieron que ese no es el escenario, por una sola razón: cuenta con un aliado que tiene el músculo financiero para impedirlo, United Airlines.

Sin embargo, esto no implica que la situación no sea delicada. Este martes se filtró un audio en el que el presidente de la junta directiva de la aerolínea, Roberto Kriete, les decía a los colaboradores de la empresa, durante una reunión, que ésta estaba quebrada. Según el último reporte financiero, con corte al segundo trimestre de 2019, Avianca perdió US$36 millones.

La carta que se juega Avianca, además de renegociar los pagos a sus acreedores, reperfilar su deuda y encontrar la manera de obtener liquidez, es reemplazar los US$550 millones en bonos que emitió entre 2012 y 2013 y que se vencerán el próximo año por unos nuevos que tienen vencimiento en 2023.

Una proyección de Casa de Bolsa da cuenta de que si las cosas se mantienen como hasta ahora, la aerolínea tendría un déficit de US$586 millones el próximo año.

Andrés Moreno, experto bursátil, insistió en que la situación de la aerolínea es preocupante para los accionistas y en especial para los tenedores de los bonos: “Avianca tiene una deuda tan grande que los de United pueden quedarse con la empresa al coger la deuda y capitalizarla”.

Avianca no ocultó que no tiene manera de pagar esa deuda emitida, a menos que United Airlines y Kingsland accedan a financiar a la holdingcon US$250 millones, propuesta que ellos mismos pusieron sobre la mesa en mayo de 2019.

Sin embargo, la condición de los accionistas mayoritarios de Avianca para hacer el desembolso es que la mayoría de los tenedores de los bonos accedan a cambiarlos. El proceso se dividió en dos etapas y al cierre de la primera la firma consiguió que la mitad de los inversionistas se mostraran dispuestos.

La oferta cerrará el 11 de septiembre; ese día se sabrá a ciencia cierta cuántos bonos se intercambiarán.

El director de finanzas (CFO) de Avianca, Adrián Neuhauser, señaló que no hay un porcentaje definido frente a cuántos bonos deben intercambiarse para que la medida sea exitosa, aunque fue enfático en que esperan lograr una proporción muy alta. Sin embargo, reconoció que United Airlines y Kingsland sí les exigen un porcentaje de reemplazo para darles el crédito de US$250 millones.

El mismo análisis de Casa de Bolsa concluye que con el préstamo el próximo año, Avianca lograría un superávit de US$74 millones, lo que “refleja tanto el control de United sobre Avianca, como su importancia para la liquidez de la compañía”.

Andrés Moreno, experto bursátil, insistió en que la situación de la aerolínea es preocupante para los accionistas y en especial para los tenedores de los bonos: “Avianca tiene una deuda tan grande que los de United pueden quedarse con la empresa al coger la deuda y capitalizarla”.

Moreno prevé que los 10.120 accionistas minoritarios de la firma perderían entre 50% y 60% de su dinero si United asume la deuda con los bonos y dijo que ese es precisamente el “susto” del mercado, una reacción que no es nueva, pues el precio de la acción en la Bolsa de Valores de Colombia viene cayendo desde hace ocho años, cuando se pagaba a 5.000 pesos; este jueves cerró en un promedio de 1.123 pesos.

El lío con Germán Efromovich. Las relaciones entre la nueva junta directiva y Germán Efromovich, anterior presidente, no son pacíficas, menos luego de que el empresario anunciara que demandó a United Airlines y Kingsland para evitar que se queden con su participación en la compañía (51,5 %).

 

De hecho, no es claro en manos de quién está Avianca hoy por hoy. Camilo Silva, socio fundador del Grupo Valora, advirtió que el mercado se va a sentir tranquilo “en el momento en que empiecen a ver que esas disputas de accionistas no van a perjudicar más la compañía; lo que menos se necesita hoy son más ruidos y problemas, ya tienen suficientes”.

Sin embargo, hay algo que Efromovich y Kriete tienen en común: el mal manejo de los asuntos mediáticos. Andrés Bernal, socio de Governance Consultants, aseguró que hay errores en la entrega de información de Avianca al mercado.

“En la era de la transparencia, una reunión interna es una reunión pública”, sentenció, en relación a las declaraciones de Kriete esta semana. “Este es un ejemplo de lo que pasa cuando se distorsionan los roles. Tiene que haber una junta directiva de contrapeso que se dedique a dirigir y no a coadministrar. Hay que tener cuidado de que no se vaya a repetir la versión de Efromovich en Kriete”, dijo.

En ello coincidió Silva: “Que el mayor accionista de una empresa diga que está quebrada en el contexto que sea tiene un efecto. Es un momento de pensar mucho más qué decir y cómo decirlo, el punto y la coma, porque cualquier cosa que se saque de contexto o una palabra incorrecta en el momento incorrecto hace lo que se vio esta semana”, concluyó.