Sao Paulo. La subasta de la distribuidora de energía de Eletrobras en Alagoas, este miércoles, debe concluir con éxito los planes de la estatal de dejar totalmente el área de distribución, y los expertos no descartan que la empresa reciba ofertas de más de un inversionista, lo que no ha sucedido hasta ahora en cinco licitaciones de privatización de activos de la compañía en el sector.

La estatal logró vender este año concesionarias en el Norte y Nordeste que habían sido federalizadas entre los años 1980 y 2000 bajo la expectativa de posterior privatización. Este movimiento, sin embargo, tardó en función de enorme resistencia política.

"La gente sabe que tiene tres empresas que podrían tener interés -Energisa, Neoenergia y la Ecuatorial Energía. Seguramente alguna propuesta recibirá. Y creo que puede haber competencia, sí ", dijo a Reuters la directora de la consultora Thymos Energia, Thais Prandini.

Las distribuidoras, que son fuertemente deficitarias, han sido vendidas por Eletrobras a un precio simbólico de cerca de 50.000 reales  (US$12.757), asociado a obligaciones de aporte de capital en las compañías e inversiones.

Para la analista de mercado de la consultoría Safira Energia, Juliana Hornink, los compradores de las empresas tendrán un camino duro, dada la falta de inversiones en los últimos años, pero aún así deben tener mejores resultados que Eletrobras.

Eletrobras se comprometió a asumir deudas para deshacerse de las concesionarias -en el caso de Amazonas Energia, la más endeudada de ellas, fueron 13.300 millones de reales (US$3.393 millones).

"O era eso, o no se vendería. Si Eletrobras no hiciera eso, dentro de dos o tres años, en lugar de asumir 13.000 millones, ella tendría que asumir 20.000 millones. Es una bola de nieve que va empeorando", afirmó el consultor Erik Rego, director de la consultora Excelencia Energética.

Incluso con el bajo precio y la disposición de Eletrobras en asumir pasivos, ninguna de las subsidiarias recibió más de una oferta.

La distribuidora de Piauí fue rematada por Ecuatorial, mientras que Energisa compró las empresas de Rondônia y Acre y los grupos Oliveira Energia y ATEM se quedaron con las empresas de Roraima y Amazonas.

Una fuente cercana al proceso de licitación dijo evaluar, sin embargo, que la empresa de Alagoas podría romper ese estándar y recibir más de una ofertas, citando a los mismos inversores apuntados por Thymos Energia.

"Tendremos disputa y competencia, esa es la expectativa", dijo la fuente, que habló bajo la condición de anonimato.

Una segunda fuente que acompaña el asunto, sin embargo, dijo que Neoenergia, controlada por la española Iberdrola, no participará del certamen.

Para la analista de mercado de la consultoría Safira Energia, Juliana Hornink, los compradores de las empresas tendrán un camino duro, dada la falta de inversiones en los últimos años, pero aún así deben tener mejores resultados que Eletrobras, ya que la estatal no tenía experiencia en la distribución de energía y perdió la capacidad de aportar recursos en las concesionarias.

"En términos de calidad, ella no estaba consiguiendo responder, y se convirtió en algo cíclico. La gente cree que va a ser beneficioso para el consumidor. Y para Eletrobras va a ser super positivo, porque ahora ella va a poder dedicarse a la generación y transmisión, lograr enfocarse en lo que ella sabe hacer", afirmó.

Los inversores interesados ​​en la subasta de Ceal deberán presentar la propuesta financiera por la empresa este lunes.

Va y viene. La propuesta de vender todas las distribuidoras de Eletrobras fue colocada bajo la mesa por la directiva de la estatal al final del gobierno de Dilma Rousseff, pero una decisión sobre el asunto acabó aplazada, con aprobación sólo para la venta de la goiana Celg-G.

El tema, sin embargo, fue retomado tras el impeachment de la presidenta y la posesión de Michel Temer, en 2016. Temer nombró para la estatal al ex presidente de la CPFL, Wilson Ferreira Jr., que tuvo como misión llevar adelante una reestructuración de la compañía que incluyó también la venta de algunos activos de generación eólica y de transmisión.

Los planes más optimistas de Temer llegaron a prever la venta de todas las distribuidoras a finales de 2017 y hasta la privatización de Eletrobras como un todo este año, pero las acciones judiciales retrasaron el avance de las ventas de los activos y la resistencia de políticos frenó la tramitación en el Congreso de un proyecto sobre la desestatización integral de la compañía.

"El proyecto era incluso más ambicioso, el proyecto original era vender la propia holding Eletrobras. Pero ese ciclo de las seis distribuidoras es muy importante (...) a pesar de las medidas judiciales, el resultado fue muy bueno", afirmó el especialista en privatizaciones Fernando Vernalha, de la VGP Advogados.

Las reglas de las subastas de privatización de las distribuidoras prevén que Eletrobras podrá, transcurridos seis meses de cada negocio, decidir sobre un posible aumento de su participación en las empresas a una cuota del 30%, a través de la conversión de la deuda asumida junto a las distribuidoras en el capital social.