El alza en los precios del petróleo es buena para algunos y no tanto para otros. Entre los afectados por la reciente trepada del valor del barril de crudo está la industria aeronáutica. Así lo afirmó el presidente del directorio de Latam Airlines (resultado de la fusión de Lan y Tam), Ignacio Cueto, en su paso por Bogotá esta semana.

El directivo estuvo de visita en el país, en donde sostuvo reuniones con empresarios e incluso con el presidente Iván Duque, con quien, aseguró, pudo discutir asuntos como la carga tributaria que encarece este servicio de transporte.

Según Cueto, “la aviación se democratizó”, es decir, ahora es asequible para más personas. De acuerdo con él, las tarifas se han recortado a la mitad con respecto a hace siete años. No obstante, por un lado, dijo que en Colombia aún hay espacio para que los costos del servicio bajen vía impuestos, pues en el país, por ejemplo, se cobra IVA tanto a los vuelos domésticos como los internacionales. Bajar la carga tributaria, argumentó, motivaría a más personas a viajar, lo que, a su vez, aumentaría el recaudo de otro tipo de tasas.

Chile tiene un indicador de un pasaje por habitante al año, mientras que la cifra para Colombia oscila entre 0,65 y 0,7. “Colombia tiene todo para tener uno también”, señaló el directivo.

Actualmente, Colombia representa el 5 % de los ingresos de Latam, la aerolínea que más pasajeros mueve en América Latina (unos 68 millones al año), pero se espera que la cifra aumente.

Por otro lado, mencionó los aprietos en que se encuentran a causa del aumento del precio del petróleo, que, en el caso del Brent, ha pasado de US$78 a US$85 en cuestión de un mes.

Explicó que la gente “se acostumbró a los precios bajos” y que incrementar las tarifas al ritmo que lo hace el precio del petróleo (base del combustible) desincentivaría a los viajeros, no sólo en Colombia sino en contextos como el argentino, que atraviesa por una grave crisis económica, y el brasileño, que está intentando superar el revuelo político y económico de los últimos años. Los niveles actuales del valor del crudo “afectan mucho los resultados de la compañía”, confesó.

Cueto añadió que su apuesta en Colombia para el futuro está en las ciudades intermedias. Si bien no dio nombres exactos, recordó que la línea ha abierto rutas como Lima-Medellín y Lima-Cartagena, y que pronto inaugurará Lima-Cali.

Actualmente, Colombia representa el 5 % de los ingresos de Latam, la aerolínea que más pasajeros mueve en América Latina (unos 68 millones al año), pero se espera que la cifra aumente. La compañía aspira a crecer 50 % en número de pasajeros en los próximos cuatro años. La estrategia reciente de la empresa fue adoptar características de las aerolíneas de bajo costo (como vender la comida a bordo), sin convertirse en una de ellas del todo. Ese tipo de servicio, afirmó el directivo, genera unos ingresos que pueden en parte compensar los que dejan de entrar por la caída en las tarifas de los tiquetes aéreos.

El beneficio para el pasajero podría ser mayor, de acuerdo con Cueto, incluso si se llega a aprobar en Chile la alianza entre Latam y el grupo IAG (British Airways e Iberia). Estas “joint ventures”, afirma, amplían la capilaridad y la eficiencia en las compañías, lo que, en últimas, podría traducirse en menores precios. La última palabra, sin embargo, la tiene la autoridad chilena encargada de la competencia.