Ciudad de México. La petrolera estatal mexicana Pemex reportó este lunes una pérdida neta de 87.359 millones de pesos en el tercer trimestre del año (unos US$4.474 millones) debido a la baja en el precio de la mezcla mexicana de crudo y menores volúmenes de exportación de petróleo por un descenso en la producción.
Los ingresos de la empresa productiva del Estado bajaron 20% en el periodo a 350.488 millones de pesos (US$18.300 millones) por un descenso en las ventas en el mercado mexicano, de los precios de los combustibles, así como pérdida de mercado ante nuevos competidores, precisó Pemex en su reporte trimestral.
Al dar a conocer los resultados financieros, Pemex señaló que en el tercer trimestre del año sus ventas disminuyeron 20,2% en comparación con 2018, debido principalmente a una baja de 19,6% en las ventas nacionales y de 21,9% en las ventas externas.
Asimismo, precisó, su deuda financiera disminuyó 6,1% comparada con el cierre de 2018, debido principalmente al prepago de deuda que se llevó a cabo en el trimestre, como resultado de la operación de manejo de pasivos realizada, para terminar en un billón 956.200 millones de pesos (US$50.100 millones).
"Se redujo por primera vez en más de una década el saldo neto de la deuda de la compañía", dijo el director de finanzas, Alberto Velázquez, en conferencia telefónica con analistas.
La mayor empresa de México logró reducir su deuda financiera un 6.1% a US$99.600 millones tras prepagar recientemente bonos por poco más de US$5.000 millones y reclasificar los arrendamientos financieros por la adopción de una norma internacional.
"Con esta operación, está reduciendo el riesgos de refinanciamiento de Pemex en los mercados internaciones y se fortaleció la posición financiera de la compañía en el corto y mediano plazo", subrayó, refiriéndose al prepago de deuda e intercambio de bonos para suavizar los perfiles de pagos.
La deuda de Pemex se disparó durante el gobierno del presidente Enrique Peña y al cierre de su gestión, a finales del 2018, se ubicó en US$105.800 millones
Su sucesor, Andrés Manuel López Obrador, ha prometido sanear las finanzas de la petrolera y apuntalar su estancada producción de hidrocarburos, que ha bajado sostenidamente en los últimos años..
Cae la producción. La producción total de crudo y condensados fue de un 1,69 millones de barriles diarios, lo que representa una disminución de 122.000 barriles respecto al mismo trimestre de 2018.
“Este desempeño se explica por el contacto agua-aceite en Xanab, así como por la declinación natural de algunos campos maduros y por el incremento del flujo fraccional de agua en algunos yacimientos en aguas someras”, detalló la petrolera en su reporte.
La empresa resaltó que se lograron incrementos en la producción de los campos Ixtal, Onel y Kax de la Región Marina Suroeste por 31.000 barriles, así como 7.000 en la Región Norte para los campos Ixachi, Bedel y Gasífero; y 10,00 barriles en los campos Edén- Jolote, Teotleco y Samaria de la Región Sur.
En tanto, el flujo operativo (Ebitda) de la empresa disminuyó 37% entre los meses de julio y septiembre pasado, al ubicarse en 102.267 millones de pesos (US$5.358 millones).
La firma espera cerrar el año con un bombeo promedio de crudo de 1.778 millones de bpd y llevarlo a 2.6 millones de bpd al final del sexenio de López Obrador en 2024, apostando a campos maduros a través de contratos de servicios, aunque analistas ven la meta como muy ambiciosa.
"Tenemos expectativas sólidas, muy sólidas de un repunte aún mayor de la producción para el cuarto trimestre del año", dijo Velázquez. "No vamos a bajar la guardia seguimos trabajando fuerte para cumplir con las metas de nuestro plan de negocios", enfatizó.
*Con información de El Economista y Reuters.