Por falta de insumos esenciales para la producción, tanto de proveeduría de Petróleos Mexicanos (Pemex) como de escasez en el resto del mundo, así como por mantenimientos necesarios, la infraestructura de la industria química y petroquímica nacional tiene un uso de únicamente 69%, mismo que cayó desde 74,4% en el primer año de esta administración.

Miguel Benedetto, director general de la Asociación Nacional de la Industria Química (ANIQ), explicó a El Economista que con ello, en 2021 se llegó a una producción de 22 millones de toneladas de productos, cuando en el país existen plantas y equipos para la fabricación de casi 32 millones de toneladas de insumos químicos y petroquímicos precursores para el resto de las industrias.

“Queremos aprovechar el enorme potencial de recursos que tenemos como país, que de representar 2% del PIB pasemos por lo menos a 3,5%, lo que es posible sin nueva infraestructura, si sólo se atiende la que ya se tiene con los insumos necesarios para echarla a andar a los niveles que es posible”, dijo el empresario en entrevista.

Para aumentar esta potenciación se requieren inversiones de US$ 8.000 millones a 2030, según las consideraciones de la industria y el análisis que ha realizado recientemente con apoyo de la consultora McKinsey.

Este uso de la capacidad se ha reducido desde el 77,3% al que se llegó en 2018 y aun en el año previo al cierre de industrias por la pandemia de Covid 19 tuvo un uso de 74,9%, que se redujo hasta 65,8% en 2021, según el Anuario Estadístico de la ANIQ.

Las principales cadenas afectadas por falta de suministro de insumos son la del etano, etileno y óxido de etileno, cuyo suministro está ligado directamente con Pemex; de igual forma, la afectación se ha visto en la cadena del propano, propileno, también dependiente de la disposición de gas en la cadena petroquímica.

Fertilizantes: insuficiencia

Por otro lado, a pesar de los esfuerzos y apoyos que ha anunciado el gobierno para el campo, existe una gran afectación en la cadena de óxido de amoniaco, utilizado principalmente para la fabricación fertilizantes. Finalmente, la última gran afectación en el suministro de materia primera se ubica en la cadena del óxido de etileno, agente para fumigación y esterilización.

“Tan solo el año pasado se importaron US$ 30.000 millones en productos que bien se podrían fabricar en el país, dejando la derrama económica y los empleos a su alrededor aquí”, aseveró el directivo.

Al cierre del último año completo que se ha reportado, 2021, el déficit en la balanza comercial petroquímica se ubicó en US$ 17.400 millones, luego de la importación de US$ 23.400 millones y exportaciones por US$ 6.000 millones.

Del consumo nacional aparente, de US$ 39.700 millones, 59% correspondió a importaciones y el resto a la producción nacional, según las Estadísticas de esta asociación química.

Por ello, la ANIQ se encuentra en pláticas con el gobierno federal y Petróleos Mexicanos para buscar soluciones a esta situación, ya que la química y petroquímica nacionales son un mercado con un valor de US$ 40.000 millones, son el lugar 12 en el mundo y se ha dejado perder, finalizó Bendetto.