La petrolera argentina YPF, controlada por el Estado, anunció este martes una pérdida neta de US$ 492 millones durante el segundo trimestre de 2021, frente a un quebranto de US$ 25 millones del trimestre previo y una pérdida de US$ 621 millones del segundo trimestre de 2020.
La empresa dijo que los resultados financieros netos del segundo trimestre 2021 representaron una pérdida de US$ 116 millones.
Por su parte, los ingresos del segundo trimestre 2021 ascendieron a US$ 3.349 millones, desde los US$ 1.947 millones del mismo período de 2020 y los US$ 2.648 millones del trimestre previo.
Los ingresos se recuperaron ante mayores ventas locales como por exportaciones, mejores precios para productos refinados y petroquímicos y una mejora en los precios del gas natural, explicó la empresa.
Como resultado de la evolución operativa y financiera, el resultado antes de impuestos alcanzó los US$ 209 millones mejorando un 140,8% intertrimestral", dijo YPF.
Agregó que en el trimestre se registró un elevado cargo tributario debido principalmente a un impuesto diferido que cambió la tasa del impuesto corporativo desde 25% a 35% para 2021 en adelante.
"En el segundo trimestre, YPF continúa con una sólida recuperación de la rentabilidad. El EBITDA ajustado fue de US$ 1.084 millones, un 41% superior respecto del trimestre anterior y US$ 100 millones más que en el mismo período de 2019 pre-pandemia", señaló un comunicado.
La deuda total de la empresa en el período abril-junio se ubicó en US$ 7.434 millones, desde los US$ 8.690 millones del mismo período del año pasado.
"El flujo de caja libre terminó nuevamente en territorio positivo lo que le permitió a la compañía reducir aún más los niveles de deuda neta que disminuyó en 253 millones de dólares al final del trimestre, con una reducción de US$ 600 millones en los primeros seis meses del año", añadió el comunicado.
La petrolera incrementó su producción de gas no convencional en Vaca Muerta en un 126% en los primeros seis meses del año de la mano de un plan de estímulo impulsado por el Gobierno.
Vaca Muerta, un área del tamaño de Bélgica ubicada mayormente en la provincia de Neuquén, es la esperanza de Argentina para aumentar su producción energética.
Se estima que la formación es la cuarta reserva mundial de petróleo de esquisto y la segunda de gas no convencional.