Quito. Un juez de Ecuador resolvió hoy, a petición de la Fiscalía General del Estado, que las instituciones estatales se abstengan de celebrar contratos con la constructora brasileña Odebrecht, mientras se investiga la trama de sobornos a funcionarios ecuatorianos entre 2007 y 2016.

     La información fue dada a conocer por el fiscal general del Estado, Galo Chiriboga, en su cuenta en la red social Twitter, en la que indicó que la decisión judicial constituye "un acto urgente".

     "Durante la investigación de contratos de Odebrecht en Ecuador, las instituciones estatales no podrán, temporalmente, contratar con esa empresa", indicó el fiscal.

     La Fiscalía General del Estado inició el 22 de diciembre pasado una investigación a raíz de información divulgada por el Departamento de Justicia de Estados Unidos, que reveló que Odebrecht pagó unos US$788 millones en sobornos en 12 países, incluidos Brasil y Ecuador.

     En el caso de Ecuador, indicó que se pagaron US$33,5 millones entre 2007 y 2016 para recibir beneficios en contratos equivalentes a unos US$116 millones.

   El gobierno señaló que no tiene contratos vigentes con Odebrecht y que el único que está en vigor es el que mantiene la empresa con el municipio de Quito para la construcción del Metro en la capital ecuatoriana. 

     Como parte de su investigación, la Fiscalía General del Estado allanó el pasado 23 de diciembre dos oficinas de la empresa brasileña en la ciudad costera de Guayaquil (suroeste).

     La entidad decomisó entonces una serie de documentos, computadoras portátiles y discos compactos, entre otros, que contendrían información relacionada con el caso.

     La institución anunció también que solicitará asistencias penales internacionales a Estados Unidos, Suecia y Brasil, con la finalidad de contar con todos los datos posibles sobre este caso.

     El fiscal ecuatoriano, Wilson Toainga, a cargo de la indagación, envió el pasado 29 de diciembre la solicitud de asistencia penal al Departamento de Justicia de Estados Unidos.

     En su informe semanal de labores (31 de diciembre pasado), el presidente ecuatoriano, Rafael Correa, afirmó "que es bienvenida toda la información para sancionar a los corruptos".

     Afirmó, no obstante, que su gobierno tampoco aceptará "sin prueba alguna" lo que dicen el Departamento de Justicia estadounidense y Odebrecht, a los que tildó de "arcángeles".

     "Aquí hay claros signos de que esto quiere ser utilizado política y geopolíticamente, y esto no lo vamos permitir. No tengo nada que ocultar, estas manos están limpias", señaló respecto a la trama de corrupción revelada por el Departamento de Justicia de Estados Unidos.

     "Hay ciertos factores que nos indican que aquí hay intencionalidad política de algunas cosas", apuntó, de cara a las elecciones presidenciales del 19 de febrero próximo en Ecuador.

     Agregó que "ya sabemos por dónde más o menos van los tiros. Mañana dicen es Correa, es (Jorge) Glas (vicepresidente), (los supuestos corruptos), y hasta que demostremos que es mentira se nos pasó el 19 de febrero. Y eso es lo que buscan, enturbiar las elecciones", indicó.

     El jefe de Estado llamó por ello a los ecuatorianos a "estar muy atentos" en la evolución del caso.

     El gobierno señaló que no tiene contratos vigentes con Odebrecht y que el único que está en vigor es el que mantiene la empresa con el municipio de Quito para la construcción del Metro en la capital ecuatoriana.