Santiago. LATAM Airlines, el mayor grupo aéreo de América Latina, llegó a la crisis generada por la pandemia del coronavirus, como una de las compañías del sector más saludables y rentables; aún así, este martes la aerolínea con sede en Chile, se acogió al Capítulo 11 de la Ley de Quiebras de Estados Unidos. ¿Qué significa esto?

Se trata de una reorganización voluntaria y reestructuración de deuda; dos medidas necesarias para hacer frente al colapso de la demanda y la caída de sus ingresos por la paralización de una de las industrias que más ha sufrido el impacto de las restricciones implementadas en el mundo para enfrentar el virus.

En un breve mensaje publicado por la compañía, Roberto Alvo, CEO de LATAM, explica que la decisión no corresponde a una liquidación ni a la quiebra, sino a una oportunidad para reestructurar la deuda y, en consecuencia, preservar al Grupo LATAM.

"El mensaje que quiero transmitir es claro: continuaremos volando. Estamos enfocados en mirar a un futuro post Covid, centrados en la transformación de nuestro negocio para adaptarnos a un nuevo mundo y una nueva forma de volar", señala el ejecutivo.

Alvo sostuvo que, si optaron por esta decisión, es por el compromiso de la compañía con seguir volando. "Esta reorganización, nos prepara para ser un grupo de aerolíneas fortalecido y mejor posicionado", insiste.

Según explica el CEO de LATAM, el proceso iniciado este martes, está diseñado para permitir a las compañías pausar, reoganizar sus deudas y adaptarse más rápidamente al nuevo entorno. "Vamos a redimencionar más eficientemente al grupo y asegurar nuevas fuentes de financiación", añade.

Durante este proceso, las operaciones del grupo continuarán de manera usual, sin ningún impacto en sus operaciones de transporte de pasajeros o carga, así como reservas, vouchers o el programa de millas LATAM Pass.

"El Grupo LATAM va a salir de este proceso como un grupo más eficiente y más ágil. Sin duda fortalecido para soportar lo que el futuro nos depare", finaliza Roberto Alvo.