Un ahorro de cerca de un billón de pesos en los próximos tres años hace parte de la estrategia de Empresas Públicas de Medellín (EPM) para afrontar los efectos de la contingencia en el proyecto hidroeléctrico Ituango.

Así lo explicó Jorge Londoño, el gerente de la compañía que ha tenido que destinar una cantidad similar a la atención de la emergencia, desatada hace más de tres meses en el norte de Antioquia.

En rueda de prensa este lunes, EPM recordó que buscará salir de las empresas que el Grupo EPM tiene en Chile y de las acciones que tiene en ISA (Interconexión Eléctrica S. A.), para lo cual ya se iniciaron las discusiones en el Concejo de Medellín. Vender su participación en ISA le dejaría a EPM unos $1,5 billones.

Las ventas y el plan de austeridad son las alternativas que, según Londoño, encontró las empresas para no adquirir más deuda, lo que pondría en riesgo su grado de inversión.

Entre los objetivos de EPM está contar con los recursos suficientes para seguir atendiendo la contingencia en Hidroituango y continuar ejecutando el proyecto, que tendrá por lo menos tres años de retraso, lo que por ahora significa un costo cercano a los $4 billones. Actualmente, además, la obra tiene suspendidos los trabajos no prioritarios por orden de la Autoridad Nacional de Licencias Ambientales (Anla).

“EPM transfiere cerca de $1 billón cada año al Municipio de Medellín para que este pueda realizar inversión social, no hacerlo tendría un gran impacto en la ciudad”, añadió la compañía. Es decir, reducir esos aportes también se descartó. Por otro lado, "nunca se ha considerado vender a EPM. La empresa es y seguirá siendo 100 % pública", añadió.