Con bebidas como Coca-Cola Coffe, Coca-Cola Ernegy e Isolite, Coca-Cola Femsa busca ganar mercado en categorías como la de bebidas energizantes en México.
John Santa Maria, director general de la firma, ejemplificó con el caso de Coca-Cola Coffe, pues, de acuerdo con la compañía, el 70% de los consumidores que prueban dicho producto continúa con su consumo. “Lo que es significativamente mayor en comparación con cualquier otro lanzamiento promedio que hayamos tenido en el pasado, que es alrededor del 40% al 50%”, explicó en conferencia con analistas por motivo de su tercer reporte corporativo del 2019.
El directivo de la productora de bebidas no alcohólicas detalló que, junto con Coca-Cola Company, se han enfocado para desarrollar una ventaja competitiva en el mercado, además de que no sólo se concentran a éstas tres bebidas sino al segmento de bebidas no carbonatadas.
Al cierre del 2018, el 7% del portafolio de la compañía correspondía a productos de bebidas no carbonatadas como jugos, bebidas energéticas, aguas saborizadas, entre otros.
Al respecto, John Santa Maria estimó que, con la reciente ley de etiquetado que aprobó el Senado, los volúmenes pudieran verse afectados en el corto plazo en promedio un digito; sin embargo, destacó que su experiencia en Chile incentivó a reformular sus productos para reducir el número de señales de advertencia.
Al tercer trimestre del presente año, la compañía reportó un aumento en ventas de 7.7% a 47,560 millones de pesos, desde los 44,148 millones reflejados en el mismo lapso del 2018. El alza anterior se debió principalmente a un incremento en precios por encima de la inflación en México y un aumento en el volumen de Costa Rica y Guatemala.
Más opciones. Es la entrada de nuevas opciones de consumo lo que está permitiendo que las ventas registren aumentos de doble dígito, refirió en entrevista Jimena Colín, analista en Monex.
“Todos estos productos que se están dando en general en el sector, no sólo de una compañía en específico, serán los que impulsen el crecimiento para los próximos años con este cambio de preferencias que se está observando en los consumidores hacia productos con menor azúcar o que te den un ingrediente extra”, apuntó.
Adicionalmente, la analista mencionó que, con la aplicación de innovación a su portafolio, efectos como el Impuesto Especial sobre Productos y Servicios (IEPS) y la nueva ley de etiquetado reducirán el impacto negativo.
Al respecto, John Santa Maria estimó que, con la reciente ley de etiquetado que aprobó el Senado, los volúmenes pudieran verse afectados en el corto plazo en promedio un digito; sin embargo, destacó que su experiencia en Chile incentivó a reformular sus productos para reducir el número de señales de advertencia, además de lograr reducir el nivel de cualquier ley fiscal potencial.
“Debemos aprovechar en mayor medida la estrategia de Sin Azúcar y comenzar a alejar a los consumidores de este ingrediente por dos razones: primero es por razones impositivas; y en segundo lugar también existe por razones económicas”, expuso.