Justo un día después de que Cementos Argos hiciera públicos sus resultados financieros del primer semestre del año y detallara paso a paso el comportamiento que tuvo en cada una de sus regionales (Estados Unidos, Caribe y Centroamérica y Colombia), la organización reveló un jugoso negocio que eleva los activos y la participación de este gigante de la industria de la construcción y la infraestructura en el continente.

Jorge Mario Velásquez, presidente del Grupo Argos; Juan Esteban Calle, presidente de Cementos Argos, y Carlos Horacio Yusty, vicepresidente financiero, fueron los encargados de anunciar que “Cementos Argos y Argos USA firmaron un acuerdo con HeidelbergCement, a través de sus subsidiarias norteamericanas Lehigh Hanson Inc. y Essroc Corp., para adquirir una planta de producción de cemento en Martinsburg, West Virginia (Estados Unidos) y ocho terminales de cemento que atienden la operación en los estados cercanos por un valor total de US$660 millones”.

Eso, en otras palabras, significa que la compañía incrementa en un 29% su capacidad de producción de cemento en Estados Unidos y de esa forma alcanza los 9,9 millones de toneladas. “Vamos a seguir creciendo en Estados Unidos, lo que nos llena de orgullo y satisfacción. Es muy importante que las empresas colombianas sigan abriendo puertas y expandiendo fronteras. Los colombianos somos capaces de hacer cosas grandes e importantes. Y el interés de Argos de seguir expandiéndose es para generar riqueza para sus grupos de interés, especialmente para los colombianos, por ejemplo los fondos de pensiones, donde están todos los colombianos”, aseguró Calle.

Entonces, haciendo cuentas sobre la mesa, ¿cómo queda la organización? Se convierte en la cuarta compañía cementera de los Estados Unidos, llega a 160 millones de consumidores en diez estados y cuatro plantas en ese país (porque en todos sus activos suma catorce), se queda con la planta más eficiente en consumo de energía ese mercado, 200 nuevos empleados y podrá atender con fuerza a Washington DC, Baltimore, Nueva York, Nueva Jersey y Pensilvania, y de las ocho terminales, cuatro tienen acceso marítimo y cuatro ferroviario. Y para cerrar, la explotación de una mina con reservas naturales por más de 50 años.

Ante la Superintendencia Financiera, la cementera informó que los recursos necesarios para llevar a cabo el negocio vienen en su mayoría de “un crédito puente asegurado con J.P. Morgan”, entidad que también fue el asesor financiero de la transacción. “Argos estará desplegando en el corto plazo una estrategia de desinversiones con el fin de fondear esta adquisición y hacer la cancelación de este crédito”.

Así las cosas, la multilatina tiene pensado hacer desinversiones por unos US$350 millones. “Lo que está haciendo Argos es saliendo de algunos activos que no son core del negocio y se está invirtiendo en esa planta que sí es core del negocio. Estamos balanceando cada vez mejor los activos. Esta es una operación que en el corto plazo, una vez se hagan las desinversiones, no va a afectar los niveles de endeudamiento. Las desinversiones las vamos a hacer en el transcurso del próximo año y muchos de ellos son activos inmobiliarios en las tres regionales”, explicó Carlos Horacio Yusty, vicepresidente financiero de Cementos Argos.

Pero, mirando más allá del anuncio puro y escueto, ¿qué análisis se puede hacer sobre el negocio? Corredores Davivienda lo ve así: “Teniendo en cuenta el valor de la transacción y la capacidad de la planta de 2,2 millones de toneladas, el valor por tonelada ascendería a US$300. Esto se ubica un 20 % por encima de los niveles de compra de los activos en la Florida y Guyana en el 2014 (promedio de US$250 por tonelada).

El presidente de la Cámara Colombiana de la Infraestructura, Juan Martín Caicedo, lo lee así: “Esta transacción pone de presente la robustez del Grupo Argos y de Cementos Argos. Consolidan su liderazgo como proveedores regionales de un insumo que es base para la construcción y, además, hay que verlo como que es muy honroso para Colombia que una compañía de origen local haga esa presencia tan fuerte en los Estados Unidos, en los mercados internacionales”.

Jorge Mario Velásquez, presidente de Grupo Argos, resaltó que esta transacción es importante no sólo para los inversionistas grandes, sino para los pequeños, y como lo dijo Juan Esteban, “para todos los colombianos. Me parece que es el activo adecuado en la economía adecuada en un país que tiene una dinámica de construcción que está creciendo, muy cerca de cuatro ciudades metropolitanas muy grandes, que además es adyacente a la operación que se tiene en los otros estados. Celebro la transacción por la calidad del activo y por la capacidad que tiene Argos de crecer”.