Río de Janeiro. Los mataderos brasileños deben "limpiar" sus cadenas de suministro, dijeron expertos laborales después de que una investigación mostró que seis empresas compraron ganado de granjas que utilizaban mano de obra esclava.

JBS, una de las empresas procesadoras de carne más grandes del mundo, compró ganado de dos granjas que luego terminaron en la "lista sucia" de empresas que emplean mano de obra esclava, dijo el grupo contra la esclavitud Reporter Brasil.

JBS dijo que rompió las relaciones con las dos empresas tan pronto como fueron incluidas en la lista negra, pero que era injusto esperar que dejaran de trabajar con las granjas que enfrentaban acusaciones de trabajo esclavo, ya que ellas también tenían derecho a defenderse.

"Repórter Brasil está cobrando a JBS y otras empresas del sector por bloquear a los productores con base únicamente en las inspecciones ...sería una falta de respeto negar el derecho de defensa de este productor", dijo JBS a Thomson Reuters Fundation.

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En Brasil, los empleadores cuyos trabajadores han sido rescatados por auditores laborales pueden defenderse de cerca con el Ministerio de Economía y apelar las acusaciones de utilizar mano de obra esclava.

La compañía solo se agrega a la lista sucia, una de las herramientas contra la esclavitud más poderosas en Brasil, actualmente con 114 nombres, si es declarada culpable.

Brasil exporta miles de millones de dólares de carne de res cada año y su industria procesadora de carne ha sido criticada repetidamente por las malas condiciones laborales.

Según la legislación brasileña, el trabajo forzoso se define como una forma de esclavitud moderna que incluye condiciones de trabajo degradantes y largas jornadas de trabajo que ponen en riesgo la salud o la vida de los trabajadores y atentan contra su dignidad.

Las empresas que cotizan en bolsa no pueden recibir préstamos estatales y se les imponen restricciones a sus ventas. Los bancos privados también utilizan la lista para evaluar el riesgo crediticio y los compradores internacionales preocupados por sus cadenas de suministro.

Los frigoríficos no pueden depender únicamente de la lista sucia para garantizar cadenas de suministro limpias, dijo Xavier Plassat, quien lidera la campaña contra la esclavitud de la Comisión Pastoral de Tierras.